“Drama” en el sistema nacional de salud: aumentan las bajas laborales por contingencias comunes de corta duración

Las bajas laborales por contingencia común, aquellas que se originan por una enfermedad común o un accidente no laboral, han crecido un 10,28% hasta septiembre, con una media de casos iniciados cada mes de 749.180. De estos, el 41,2% se corresponde con bajas de corta duración, de 1 a 3 días, subiendo la tasa un punto en el último año.

Según los datos del “Observatorio de contingencias comunes 2024” de la mutua Asepeyo, que recoge este sábado EFE, esa proporción llega al 66,2% si se suman las bajas de 4 a 15 días, por lo que 7 de cada 10 cuentan con una duración inferior a dos semanas.

“El incremento de las bajas de 1 a 3 días es un drama para el sistema nacional de salud”, ha señalado a la citada agencia el director territorial del Área Centro de Asepeyo, Constantino Perea, que explica que son las bajas de corta duración las que colapsan un sistema sanitario que debería estar enfocado en el otro 30% de los procesos.

En conjunto, las bajas por contingencia común han crecido hasta septiembre de 2024 a un ritmo interanual cinco veces superior al de los trabajadores afiliados a la Seguridad Social, un 10,28% frente a un 2,1%.

Las patrologías traumáticas ocupan el 33,3% de los casos, pero suben las psiquiátricas

Según los datos recopilados por el observatorio de Asepeyo, las patologías traumatológicas ocupan el 33,3% de los casos, tratándose de bajas que las mutuas podrían asumir en casos leves, para así descargar al sistema público de salud.

Es una propuesta que, de hecho, acordó el Gobierno este verano con los agentes sociales. En concreto, se ha establecido un convenio marco con el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), los Servicios Públicos de Salud y las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social para que estas últimas puedan contribuir, “previo consentimiento informado del paciente”, a acelerar los procesos de recuperación en determinadas patologías traumatológicas. 

Aunque esta disposición aún no cuenta con desarrollo normativo, la idea es que siempre que los pacientes estén de acuerdo y den su consentimiento, los Servicios Públicos de Salud podrán pedir a las mutuas que sean ellas quienes realicen las pruebas diagnósticas o los tratamientos rehabilitadores que consideren oportunos para la recuperación del trabajador, cuando se trate de una dolencia de origen traumatológico incluida en un listado cerrado y condicionado (si bien los médicos de la Seguridad Social seguirían teniendo la competencia exclusiva de alta, baja y determinación de la asistencia sanitaria).

Por otro lado, el 14,7 % de todos los casos corresponden a una patología psiquiátrica, cuando en 2017 la incidencia para estos casos era del 7,5 %. Según Constantino Perea, estas bajas esconden problemas psicosociales derivados del estrés por carga de trabajo o por dificultades para atender la vida familiar, que cree que podrían minimizarse si las empresas apostasen por la figura del mediador y por mejores políticas de flexibilidad y conciliación.

El observatorio también apunta que la patología psiquiátrica tiene una duración media de 128 días y es la quinta de mayor duración, por detrás de la oncológica (191 días de media), la cardíaca (152 días), la de hombro (151 días) y la de rodilla (135 días).

Sanidad y servicios auxiliares, los sectores con más bajas

Desde el “Observatorio de contingencias comunes 2024” de Asepeyo también recogen que el número de bajas por cada 100.000 trabajadores es de 35,2 de media, pero sube hasta el 49,1 en las actividades sanitarias y servicios sociales, y hasta el 45,9 en las actividades administrativas y servicios auxiliares (seguridad, call centers, limpieza).