Aprovechando el acto de fin de curso, un maestro italiano preparó un discurso en el que dejaba claro a las familias qué tareas deben hacer los niños durante sus vacaciones escolares. Mientras que algunos docentes envían las agendas repletas de ejercicios de Matemáticas, Ciencias Naturales o inglés para los meses de julio y agosto (que en muchas ocasiones los niños hacen solos), otros como este profesional, dijo que lo mejor era “levantarse tarde y dedicar los días a uno mismo”.
Esta metodología didáctica no supone perder el tiempo, sino en estar algo más de tiempo consigo mismo, conocerse, disfrutar de la familia, los amigos o la playa. En un testimonio, que recoge Infobae, señala que así se descansa de la rutina del día a día y que hay mucho tiempo libre para aprovechar con otras tareas que normalmente no hacen durante el curso académico, como leer, hacer deporte o quedar con los amigos.
Cuando habla de desconexión, no se refiere únicamente a la digital sino al descanso con lo que se podrán encontrar nuevas habilidades o aficiones que son muy útiles en el desarrollo y el aprendizaje.
Los nuevos métodos de enseñanza que priorizan la creatividad
No sólo en Italia se están viendo cambios en el sistema educativo, ya no metodológicos (que también) sino en lo que tiene que ver con la educación emocional. Los profesores están incluyendo poco a poco en el currículum cambiante y plural de Infantil, Primaria e incluso Secundaria y Bachiller, unas enseñanzas que ponen en primer lugar otras necesidades de los niños.
Aquí aparecen el juego, el descanso y la cultura que durante todo el año puede que estén un poco más olvidadas. Cuentan con beneficios importantes como un mejor desarrollo cognitivo y poder identificar las emociones individuales y colectivas desde edades temprana.
El juego fomenta la agilidad mental y el descanso además de hacer que los niños ganen en autonomía.
Una maestra de Getafe da sus clases basándose en el arte
Susana Obrero es profesora de Secundaria (ESO) en un IES de Getafe (Madrid). Lo hace gracias al arte y a las actividades de entretenimiento y lo ha plasmado en su libro ‘Un gorrión vuela dentro’. Aquí explica, como señala el medio antes citado, que es posible una pedagogía basada en la poesía para conseguir una experiencia distinta.
No es dejar de lado las materias de siempre, señala, sino al revés. Es unir el juego con las Mates, la Lengua e incluso la Física o Química. Es moverse y acercarse a la lectura, por ejemplo.
Lo mismo, como señala la docente, pasa con el deporte. Es fundamental disfrutar estos meses de verano de actividades alternativas como nadar en la playa o jugar al fútbol, por ejemplo.