Aunque el dinero en efectivo amenaza con desaparecer debido al uso cada vez mayor de las tarjetas de crédito, lo cierto es que sigue habiendo personas (sobre todo jubilados) que prefieren pagar con billetes y monedas en metálico, como se ha hecho ‘toda la vida’. Este es el caso de un matrimonio que estaba comprando en un centro comercial en Marsella (Francia) justo antes de las pasadas navidades.
En una carta que enviaron al medio Ouest France, la pareja se dirigía a un concesionario de coches después de haber realizado algunas pequeñas compras y sacado 800 euros de su cuenta bancaria. “Esa mañana había retirado una gran cantidad de dinero del cajero para cubrir los gastos de las vacaciones”, explican en el texto. Pero, al llegar a la caja “nos dimos cuenta de que no teníamos la cartera”.
“Busco, rebusco, pero no la encuentro y me pongo pálida. La cartera ha desaparecido y yo no entendía nada. ¿Me la habían robado? ¿La dejé en algún sitio? No recordaba nada, sólo quería repasar mentalmente cada paso que había dado”. Esto sucedió un viernes por lo que durante todo el fin de semana estuvieron esperando que alguien les llamase o les dijese que la cartera había aparecido.
Una carta en el buzón que les sorprendió
Después de dos días de angustia y de búsqueda, el matrimonio estaba en casa “disgustados y decepcionados por la pérdida financiera antes de las vacaciones”, y el lunes por la mañana, cuando abrieron el buzón se llevaron una gran sorpresa. Entre las cartas había una nota que decía: “he encontrado su billetera en la entrada de la tienda de repuestos para coches, estaba su carné de conducir con la dirección de la casa y me he tomado la libertad de devolvérsela. Este es mi teléfono”.
Inmediatamente el hombre llamó al número que le habían marcado, aunque dudaba si le devolverían los 800 euros completos o faltaría algo. “Al otro lado de la línea, un hombre me dijo que la billetera estaba en la entrada de la tienda de coches y que la trajo a casa, pero como no había nadie, dejó una nota en el buzón. No le pregunté si había dinero en la billetera, pero él me dijo que había comprobado que tenía 800 euros dentro”.
Después de darle las gracias, quedaron en una cafetería para tomar un té y que le entregase la cartera. Estaba bastante cerca del domicilio, explica en su carta al medio antes citado.
“Conocí a un hombre con principios, que hoy no son comunes”
Una vez en la cafetería, y tras recibir la cartera de vuelta, el afectado explica que “conocí a un hombre encantador, culto, de apenas 40 años, era educado, humilde y con principios que hoy en día son poco comunes”.
La cartera estaba intacta, no faltaba nada, ni documentos ni dinero. “No sabía cómo darle las gracias, le hice un regalo, era lo mínimo que podía hacerle. Pero creo que el mejor regalo nos lo hizo él y fue conocerle”.
Ahora son amigos y siguen quedando o escribiéndose mensajes: “cada fin de año nos deseamos lo mejor”.
“Recuperar una cartera es importante no sólo por la suma, sino porque es una prueba compartida. Ganamos más que una factura devuelta, ganamos aliento. Siempre debemos mantener la esperanza, hay personas honestas”.