Hacienda vigila las cuentas compartidas entre padres e hijos: ¿cómo evitar problemas?

Tener una misma cuenta bancaria entre familiares, parejas o amigos es algo común en España para gestionar el dinero pero hay que tomar precauciones.

Hacienda vigila las cuentas compartidas entre padres e hijos: ¿cómo evitar problemas? Europa Press
Fernanda Lencina

La Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) puede exigir explicaciones sobre las cuentas bancarias compartidas que muchos usuarios tienen entre padres e hijos, parejas o incluso amigos de mucha confianza. Abrir una cuenta bancaria conjunta en alguno de los bancos de España es una práctica bastante habitual. Incluso, por hacerlo muchas entidades bancarias regalan dinero como incentivo a los clientes. Además es una forma de organizar el dinero y poder realizar los pagos, ingresos y transferencias desde un solo lugar.

De esta manera, principalmente las familias, pueden tener un panorama de todos sus gastos e ingresos, y más aún si uno de los titulares es un hijo. No hay que olvidar que estas cuentas también son comunes entre personas mayores y sus descendientes para permitirles, de esta manera, realizar operaciones bancarias que muchas veces son complejas para jubilados y pensionistas. En estos casos, y para no tener problemas con Hacienda, es recomendable seguir una serie de consejos.

Qué es una cuenta conjunta o común

Una cuenta conjunta es aquella que permite tener varios titulares, quienes firman un contrato con el banco y son propietarios de los fondos que allí existan. Pero según el tipo de ‘cotitularidad’, las personas tendrán diferentes obligaciones y responsabilidades, según indica en su web, el BBVA. Estas son:

  • Indistinta o solidaria: todos los titulares tienen libertad para realizar movimientos en la cuenta de forma individual, y es la más común entre familiares.
  • Subordinada: los titulares de nivel superior no necesitarán autorización de los demás para realizar operaciones, aunque los de niveles inferiores, sí.
  • Conjunta o mancomunada: cada titular tiene que tener la autorización de los demás para realizar cualquier operación, por lo general esta es la modalidad que eligen las empresas.

Hacienda tiene que tener claro de quién es el dinero

Según explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo primero que hay que tener claro de cara a Hacienda y para no tener problemas entre los titulares, es de quien es el dinero que contiene. Esto va a depender del tipo de cuenta que se tenga, es decir, alguna de las enumeradas anteriormente y esto es sumamente importante porque es lo que se contempla para efectos legales y fiscales.

Cuenta conjunta o mancomunada: el saldo es de todos los titulares a partes iguales, salvo que se demuestre lo contrario.

Cuentas solidarias o indistintas: todos los titulares tienen capacidad para disponer del saldo, pero la propiedad depende exclusivamente de las relaciones internas que existan entre ellos.

Subordinada: los autorizados no son propietarios del saldo.

Cómo puedes evitar problemas con Hacienda

El mayor problema que expone la OCU y que puede ocurrir con Hacienda si se tiene una cuenta conjunta, es que quien tiene la propiedad de los fondos no coincida exactamente con los titulares de ese dinero. Por lo tanto, es recomendable que la propiedad de los fondos sea de todos los cotitulares.

Si se trata de una cuenta con autorizados, hay que dejar bien establecida la razón por la que se ha elegido este tipo. Por ejemplo, este tipo de cuenta la suelen abrir los hijos de personas mayores para poder gestionar de forma conjunta el dinero. Sin embargo, la propiedad de los fondos siempre será de la persona titular.

Por último, en la cuenta solidaria o indistinta, todos los titulares responden de la misma manera, ya que tienen la misma cantidad de dinero y por lo tanto, deberán declararlo cada uno y pagar impuestos si corresponde por esos fondos.

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