Amancio Ortega, fundador de Inditex, volvió a mover ficha esta semana. El empresario gallego continúa ampliando su cartera de inversiones, adentrándose en sectores estratégicos más allá de su actividad habitual. Lo ha hecho esta vez a través de su brazo inversor Pontegedea, donde adquirió el 49% de PD Ports, empresa que gestiona 11 puertos clave en el Reino Unido. Una compra que, a todas luces, le reportará cuantiosos beneficios luego de haber reportado también un incremento de más del 45% de su patrimonio.
Porque sí; con 89 años, Amancio Ortega es el hombre más rico de España, y por mucha diferencia, además. El fundador de Inditex, la conocida empresa de textiles, tiene un patrimonio valorado a día de hoy en 120.200 millones de euros, lo que le posiciona a la cabeza del ranking por décima vez consecutiva en España y en el noveno lugar del mundo. En nuestro país le siguen su hija Sandra, Rafael del Pino, presidente de Ferrovial; Juan Roig, presidente de Mercadona, e Isak Andik, presidente de Mango, según la lista de Forbes España.
Amancio Ortega recibe cada día 8,5 millones de euros por parte de Inditex
Inditex se ha revalorizado un 106% en los últimos cinco años. Ortega no ha vendido ninguna acción de Inditex desde 2001, el año de su salida a Bolsa. Todo esto le hace ganar cuantiosas cantidades millonarias a lo largo del tiempo.
Y no solo por año, sino también por día. Y es que, solamente en dividendos, Amancio Ortega recibe cada día 8,5 millones de euros por parte de Inditex, lo que serían 3,104 millones de euros al año. Esta cifra aumentó un 28% más que el año pasado, donde se llevó 2.845 millones, y el doble que en 2020.
Un patrimonio el de Ortega que no para de crecer y es en gran parte gracias a los frutos que da esta empresa, Inditex, de la que es primer accionista. La compañía agrupa bajo este nombre conocidas marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka, Pull & Bear o Stradivarius.
Así fueron los inicios de Amancio Ortega con Inditex, un imperio que no deja de crecer
Nacido en 1936 en la localidad leonesa de Busdongo de Arbas, la profesión ferroviaria de su padre llevaría a la familia a recalar en Guipúzcoa. Su siguiente destino sería Galicia, donde Amancio Ortega daría sus primeros pasos en el mundo de la moda.
Amancio era ya un trabajador incansable y también un emprendedor nato que no quería seguir trabajando para otros y soñaba con montar su propio negocio algún día. Por ello, por las noches, cuando llegaban a casa, su mujer y él se ponían a diseñar y crear sus propios modelos. La idea no era sacarse un dinero extra, sino poner los cimientos de su propia empresa, un proyecto que se materializó en 1963.
Entonces, sus apellidos dieron nombre a su primera empresa, GOA, un taller de confección que en 1975 derivó en Zara. Su primera tienda abrió en A Coruña, en el número 64 de la calle Juan Flórez. Poco después se reforzaría con un nuevo taller en la cercana Arteixo, convertida desde entonces en epicentro de las operaciones del grupo.
La constancia y la intuición, las bases de su éxito
10 años después, Zara inició su expansión internacional, con aperturas en Oporto, Nueva York y París donde, con el aumento del volumen de actividades de la empresa, en 1985 opta por crear el grupo que es hoy Inditex.
Había nacido un imperio, cimentado en la capacidad de su fundador para detectar y crear tendencias en el mundo de la moda y, sobre todo, para trasladarlas con extrema rapidez a las tiendas. Un proceso para el que Zara necesita apenas tres semanas, cuando sus competidores requerían de varios meses, lo que permitió a la empresa dejar rápidamente atrás a sus competidoras.
A diferencia de otros magnates como Elon Musk, que disfruta del protagonismo y las redes sociales, Amancio Ortega ha apostado siempre por el silencio y la estrategia. Sin excentricidades ni grandes titulares, su éxito se ha basado en la constancia y la intuición en los negocios. Su vida sigue alejada del espectáculo y centrada en sus intereses personales, como la equitación y el arte, además de su irrompible vínculo con Galicia.