La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica que los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro son las dos opciones financieras conservadoras por excelencia. Es decir, diseñados para los que prefieren optar por asumir menos riesgos al estar ambas opciones protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos, que garantiza que el cliente pueda recuperar hasta 100.000 euros por entidad y titular, por lo que el primer consejo es tratar de no superarlo.
Aún así, como cada caso es un caso y confluyen multitud de circunstancias, habrá que analizar individualmente aspectos como la liquidez, la capacidad que tiene un determinado dinero invertido en dinero en efectivo. En otras palabras, es un indicador para comprobar cuándo se va a poder recuperar esa inversión, que no va ser el mismo tiempo para ambas. Estas son algunas de sus principales diferencias.
Rentabilidad a corto plazo
Las cuentas remuneradas están “pensadas para mantener el dinero ahorrado”, explica la OCU, al no poder cumplir con funciones de las de tipo bancario y que se usan en el día a día como domiciliaciones o asociar tarjetas de débito. Son productos totalmente líquidos y que ofrecen rentabilidades a corto plazo. Además, entre otras similitudes, sus rendimientos están sujetos a retención en el IRPF y se declaran como rendimientos del capital mobiliario.
Es decir, la liquidez indica que se puede recuperar el dinero siempre que se necesite. Aunque en el caso de los depósitos a plazo fijo, tiene un proceder distinto. Si se llegase a necesitar parte o la totalidad de la inversión antes antes del plazo aprobado por la entidad es bastante probable que haya que afrontar algún tipo de penalización. O, en un extremo, algunas entidades bancarias no permiten hacerlo hasta que llega ese momento.
En cuanto a las diferencias, las rentabilidades que ofrecen las cuentas de ahorro son más bajas que las de los depósitos. Además, en las cuentas de ahorro los bancos pueden cambiar las rentabilidades en cualquier momento. Bastará con comunicar a los clientes de manera individualizada con una antelación de al menos dos meses. A cambio en los depósitos a plazo la rentabilidad está garantizada hasta la fecha de vencimiento y la entidad no puede modificarla.
Requisitos
Las condiciones a cumplir para acceder a los mismos también difieren. En el caso de los depósitos, no requieren muchas exigencias. Si acaso, pueden llegar a necesitar abrir una cuenta corriente que se puede aprovechar para ingresar los intereses. Sin embargo, la popularidad reciente de las cuentas de ahorro por su sencillez ha provocado que los bancos exijan cada vez más la domiciliación de nómina o recibos en cuentas bancarias.
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