Una inquilina reclama al casero 12.900 euros porque la ansiedad y estrés de las humedades y cucarachas de la vivienda le provocaron un aborto: se rechaza por no poder acreditarlo
La justicia considera que la inquilina no probó ni el daño moral ni el incumplimiento del arrendador, que sí realizó reparaciones en el inmueble.

