Encontrar el hogar ideal no es una tarea fácil, y una de las cosas que más influyen a la hora de elegir el lugar en el que vivir es el entorno, pero este puede verse arruinado por la construcción de fábricas, algún negocio molesto e incluso vecinos ruidosos. Y esto es justo lo que les pasó a una vecina de un pueblo francés a la que iban a construir 4 gallineros de más de 400 metros con capacidad de albergar a más de 17.000 gallinas.
Según informan desde medios franceses como Figaro Inmobilier o Ouest France, el proyecto inicial promovido por una cooperativa agrícola, consistía en construir cuatro naves avícolas de 400 metros cuadrados cada una, con espacio exterior, destinadas a la cría de gallinas, con un máximo de 4.400 aves por estructura. La autorización fue concedida en julio de 2020.
En un principio alrededor de quince vecinos se opusieron a la iniciativa, alegando su proximidad a las viviendas y posibles impactos medioambientales. Sin embargo, los tribunales respaldaron sucesivamente el proyecto.
Una vecina consigue frenar la construcción de los gallineros
Pese a la oposición vecinal, el proyecto seguía en marcha, pero una de las residentes en la zona no se rindió y cuando el resto de propietarios de las viviendas retiraron sus demandas, ella decidió continuar el proceso legal.
Según recoge el diario Ouest-France, esta última apelación ha sido clave para que el tribunal de Nantes revoque el permiso. La decisión judicial ha sido calificada como “delicada”, y la propia ponente reconoció dudas en la valoración del caso.
El argumento determinante ha sido la ubicación de los gallineros, situados en una zona de carácter natural, situada entre 700 y 1.000 metros de la línea de costa, sin edificaciones intermedias ni cobertura vegetal significativa. En ese contexto, el tribunal concluyó que no existía una justificación suficiente para una instalación ganadera de esa envergadura en dicha localización.
Aunque el conflicto, lejos de resolverse, podría prolongarse aún más. Uno de los responsables de la cooperativa ha anunciado que presentará un recurso ante el Consejo de Estado, lo que supondría un quinto fallo judicial en este proceso. Además, la posibilidad de una futura orden de demolición llevaría el asunto a la jurisdicción civil, abriendo la puerta a una sexta resolución judicial sobre el mismo gallinero.
El alcalde de la localidad, por su parte, aún no ha hecho pública su postura. Según Ouest-France, está a la espera de consultar con los servicios jurídicos municipales.
