Muchos países no terminan de aceptar que los visitantes extranjeros vengan a disfrutar de sus servicios y de sus instalaciones para pasar sus vacaciones. Si hace poco eran los japoneses los que lanzaban vuelos domésticos gratis para no saturar de turistas sus ciudades más importantes, ahora son los suizos los que han decidido poner medidas a la masificación que están viviendo algunas zonas del país.
Pues como en su día dijeran los americanos: “América para los americanos”. Ahora son los suizos los que ‘aplican’ la famosa Doctrina Monroe, “Suiza para los suizos”, al vetar a los franceses de entrar en una piscina municipal por considerar que se estaban dando “actitudes consideradas inapropiadas y violaciones de las normas internas del recinto”. Esto ha ocurrido en la localidad de Porrentruy, en el cantón del Jura, a muy pocos kilómetros de la frontera con Francia. Allí, el Ayuntamiento ha decidido prohibir la entrada de los extranjeros, por tanto, de los franceses, ya que son los que más visitan este lugar debido a su cercanía.
Aunque se trata de una medida temporal, ya solo permitirán el acceso a las personas que tengan nacionalidad suiza, residentes legales y titulares de un permiso de trabajo suizo vigente. Así de claro y directo.
Prohibido el acceso a los franceses hasta el 31 de agosto
El cierre parcial, que se aplicará hasta el 31 de agosto, fue comunicado por el Consejo municipal de Porrentruy y el comité del Sindicato intercomunal del distrito de Porrentruy (SIDP). Ambas entidades explicaron que la medida busca “garantizar la seguridad de los usuarios dentro y alrededor de la piscina, por un lado, y preservar un clima sereno, respetuoso y seguro por el otro”, según el comunicado oficial citado por el medio local Quotidien Jurassien.
La restricción impacta especialmente en los visitantes procedentes de Francia, habituales en la piscina durante el verano. De acuerdo con el diario suizo, esta prohibición podría impedir el acceso de hasta el 95% de los bañistas franceses que solían acudir, y ya se han registrado decenas de casos de entrada denegada en los últimos días. “Esta medida es excepcional y tiene un carácter exclusivamente temporal”, recalcaron las autoridades, justificando la decisión en la necesidad de “proteger la convivencia y la seguridad” tras recientes incidentes de “incivilidad”.
“Trastornos e inseguridad”
Según el medio suizo, en las últimas semanas se han registrado episodios como insultos, robos y actos vandálicos en los días de mayor afluencia. La presión ciudadana y mediática llevó a las autoridades a actuar frente a “los trastornos y la inseguridad” que afectan lo que debería ser un entorno de ocio. En declaraciones a Radio Fréquence Jura (RFJ), el alcalde de Porrentruy, Philippe Eggertswyler, afirmó: “Ser elegido es asumir responsabilidades y los electos asumen sus responsabilidades”. Negó de forma categórica que la decisión tenga un trasfondo discriminatorio hacia los visitantes extranjeros, especialmente los franceses de la localidad vecina. “Hay que ver el problema de otra manera. Hoy hay una gran afluencia y es imprescindible asegurar que los habitantes de nuestro pueblo puedan aprovechar esta infraestructura”.
Aunque el cierre podría levantarse antes del 31 de agosto si la situación mejora, su continuidad dependerá del comportamiento de los usuarios y de la evolución general, indicaron el Consejo municipal y el SIDP. Ambas instituciones reiteraron su aspiración de que la piscina al aire libre de Porrentruy vuelva a ser “un lugar de esparcimiento abierto, pero respetuoso de las normas de convivencia”.

