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Una mujer española se queda atrapada en una isla durante la pandemia y se le ocurre el negocio del siglo: "llegan 20 personas cada semana"

Gracias a una novela pasó a organizar viajes agotando las plazas “en horas”.

una mujer anónima en una isla paradisíaca
Una mujer española se queda atrapada en una isla durante la pandemia y se le ocurre el negocio del siglo: "llegan 20 personas cada semana" |Envato
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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La diseñadora madrileña Ana Hernández Sarriá se quedó atrapada en una isla de las Maldivas en 2020 cuando fue a pasar sus vacaciones debido al comienzo de la pandemia del COVID-19. Pero esto no fue el ‘fin del mundo’ para ella, sino que más bien allí se encontró con la oportunidad de su vida para comenzar un negocio que se convirtió en todo un éxito.

Ana soñaba con ser alguien importante en el mundo de la moda, de hecho, estudió Diseño de Moda e hizo un máster en Parsons, una de las universidades más prestigiosas de Nueva York. Esto lo consiguió pagar tras un tiempo trabajando como baby-sitter y camarera. Estuvo viviendo 8 años en la gran ciudad, trabajando en la industria del lujo y escribiendo en su tiempo libre. Hasta se hizo con un puesto en la cadena Loewe.

Con ese puesto de trabajo, mientras vivía en Madrid, tenía una vida que muchos considerarían ideal. Pero a pesar de esto, sentía que algo no terminaba de encajar en su interior: “Vivía una vida perfecta, pero estaba absolutamente triste y no sabía por qué”, tal y como recoge El Periódico Mediterráneo.

En el paraíso pero “más sola que la una”

Durante un viaje a Maldivas, una experiencia con delfines la llevó a replantearse su rumbo vital: “Me hizo preguntarme qué hacía con mi vida, así que, al volver a casa lo dejé todo y busqué un trabajo de guía de snorkel en Maldivas donde me pagaban 300 euros al mes”.

Sin embargo, la llegada de la pandemia y el cierre de los aeropuertos provocaron que Ana quedara aislada en la isla. “Fue peor de lo que muchos piensan. Estaba en el paraíso, pero más sola que nunca. Con miedo, sin suministros y sin poder regresar”, recuerda.

Para frenar los contagios, se clausuró el acceso a la isla, lo que interrumpió la llegada de alimentos y otros recursos. Durante aquellos meses de encierro, aprendió a subsistir con ayuda de los habitantes locales, pescando y aprovechando lo que el océano ofrecía. De esa vivencia nacería Entre azules, una novela inspirada en sus vivencias y en su conexión con el mar. Publicada en 2021, terminó siendo un éxito inesperado y abrió ante ella un nuevo horizonte profesional.

Agotó las plazas “en horas”

Animada por el entusiasmo de sus lectoras, Ana decidió organizar un viaje para visitar los lugares que aparecían en su libro. “Pensé que no vendría nadie, pero se agotaron las plazas en horas”, cuenta. Así surgió Entre Azules, una agencia de viajes centrada en la aventura, la sostenibilidad y la divulgación marina.

Hoy, cerca de 20 viajeros se suman cada semana a sus expediciones para nadar con ballenas y tiburones en destinos como Bahamas, Fiji, la Polinesia Francesa y el Mar Rojo. Personalidades como Marta Pombo y Laura Escanes contribuyeron a viralizar el proyecto, que se ha consolidado como un referente en el ecoturismo marino.