Una funcionaria revela el truco para empezar a estudiar oposiciones a tiempo completo

Cada vez más personas deciden opositar. Principalmente, por las ventajas asociadas al trabajo de funcionario: buenos horarios, salarios decentes, flexibilidad para teletrabajar, estabilidad al tener un puesto de por vida… Es el caso de María Llagunes, que hace poco consiguió su plaza como funcionaria del grupo A1 en la Administración General de la Generalitat Valenciana, y ha querido compartir en TikTok el “truco” para comenzar a estudiar oposiciones a tiempo completo. 

“Sé muy bien de lo que voy a hablar y siento que es un tema del que no habla nadie. Cada uno es un mundo, pero creo que son cosas universales que se nos aplican a todos”, adelanta, para comenzar diciendo que, al inicio, es mejor ir poco a poco: “Cuando empecé a opositar, no estudiaba 8 horas al día, ni 6 ni 7. Y no pasa nada. Así que si estás en este proceso, no te agobies, porque es completamente normal”. 

En su caso, cuando comenzó la oposición, solo estudiaba por las mañanas, porque, recuerda, esto es “una carrera de fondo” y poco a poco hay que ir acostumbrándose. Lo que sí hizo desde el principio es tener “un horario fijo” y despertarse y acostarse siempre a la misma hora. Además, al principio, iba viendo “hasta dónde podía llegar”, sin obsesionarse con estudiar X número de horas ya desde la primera semana.  

Trucos para empezar a estudiar las oposiciones con éxito

“Recuerdo que yo empecé estudiando la Constitución, así que yo me sentaba siempre a la misma hora e iba viendo hasta que me cansaba de estudiar y hacía un descanso. Después intentaba otra vez retomar el estudio y así hasta que acababa mi turno de la mañana. Si había hecho 3 o 4 horas, estaba bien. Realmente, al principio, yo recomiendo no medirlo tan al detalle, sino centraros en que las horas que estéis, sean productivas y estéis muy concentrados”.

Y aquí hace un aviso importante: “el estudio que hagáis al principio es muy importante, y va a marcar lo que tengáis que estudiar después”, para rematar que es mejor “estudiar poco, pero bien”. Con este método, revela que llegó un momento en el que dedicarle estas horas ya no le suponía un esfuerzo, ya que se había acostumbrado, por lo que iba incrementando su tiempo de estudio: “conforme veía que esas horas se me pasaban rápido, y que todavía tenía energía y ganas de seguir estudiando, iba aumentando cada día media hora, una hora, y poco a poco fui acostumbrando al cuerpo y al cerebro a estudiar tantas horas”. 

No obstante, también da un dato muy importante, y es que “no todos los días son iguales”, y habrá algunos en los que cueste más que otros y el número de horas varíe. Sabiendo esto, su principal consejo es que los aspirantes se den un mes de prueba para saber dónde puede llegar y cuáles son sus límites. “En mi caso, yo sabía que no podía estudiar más de 6 o 7 horas diarias porque colapsaba y había un punto en el que necesitaba tres días de descanso”.

Otro consejo que le funcionó muy bien es “que te tomes la oposición como tu trabajo”. Esto, pensar en el estudio como su obligación, psicológicamente le ayudó muchísimo, al igual que hacer la experiencia de estudio lo “más placentera” posible. En este sentido, cuenta que ella se creó su propia rutina como cualquier otro trabajador, de levantarse siempre a la misma hora, arreglarse, y cerrar la puerta de su habitación para estudiar como si estuviera en una oficina, sin que nadie de su familia la pudiera molestar. 

En referencia a esto último, recomienda hablar con nuestros familiares, amigos o con cualquier otra persona que vivamos para hacerles entender que las oposiciones son como nuestro trabajo, y respeten las horas de estudio. Si esto no es posible, y se tienen estas “pequeñas distracciones”, aconseja ir a la biblioteca, para que nada dificulte la concentración.