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Santi, inmigrante que lleva 8 meses en España: “No recibimos ayudas justo al llegar, ni tampoco nos están esperando con 1.000 euros y un iPhone en el aeropuerto”

Este joven de Guinea Ecuatorial afincado en España denuncia en su canal de YouTube los bulos sobre la inmigración que circulan en redes y medios de comunicación.

guineano bulos inmigrantes
Santi, guineano que lleva 8 meses en España |YouTube (EYAMAA)
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:
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En el debate sobre inmigración en España no solo lo hablan políticos y colaboradores de televisión, también lo hacen los propios migrantes que viven en carne propia los prejuicios y bulos que circulan de boca a boca cada día. Ese es el caso de Santi, un joven ecuatoguineano que desde su canal de YouTube, EYAMAA, ha decidido plantar cara a la desinformación. En su último vídeo desmonta algunas de las creencias más extendidas sobre los extranjeros en España.

“Lo que no me suele gustar de los bulos es que crean miedo y desconfianza, justifican prejuicios y estereotipos y manipulan la opinión pública».

El youtuber comienza por uno de los rumores más repetidos, como es la idea de que cualquier turista puede encontrar trabajo nada más llegar al país. “Es falso”, recuerda, señalando que las empresas que lo hicieran se enfrentarían a multas de más de 10.000 euros “si encuentran que un empresario o una pequeña empresa lo ha contratado teniendo un visado de turista”. Para poder trabajar “necesitas un permiso de residencia o un permiso de trabajo en regla y si no tienes estas cosas no te van a contratar”. La alternativa para muchos sin papeles, lamenta, es acabar en la economía sumergidasin derechos ni seguridad laboral.

Papeles y ayudas nada más llegar

Otro de los mitos que Santi destruye es el de los “papeles automáticos”. Según explica, no se recibe la residencia al poner un pie en España y la vía más habitual es el arraigo social, que exige vivir al menos tres años de manera continuada en el país sin permiso de trabajo para después solicitar la regularización. “Muchos creen que llegar es suficiente, pero no es así”, recalca.

También aborda el recurrente argumento de que los inmigrantes reciben ayudas solo por ser extranjeros. Con ironía, caricaturiza esa visión de quienes creen que al aterrizar “ya te están esperando ahí con 1.000 €, luego cogen un móvil, un iPhone 17 Pro Max, te lo entregan y luego te dicen: ‘Pase señora. Bienvenido a las Españas’”.

La realidad, explica, es distinta. Las ayudas públicas como subsidios, becas o la sanidad gratuita se conceden tanto a españoles como a extranjeros, siempre que cumplan requisitos específicos de vulnerabilidad. En muchos casos, son ONGs como Cruz Roja las que gestionan los recursos para solicitantes de asilo, refugiados o víctimas de trata, siguiendo programas aprobados por el propio Gobierno.

Nacer en España no te convierte automáticamente en español

Por último, el creador de contenido derriba el mito de que tener un hijo en España garantiza automáticamente la nacionalidad. “Que quede claro: en España no se aplica el ius soli a rajatabla. Si tienes un hijo en España, este hijo no recibe la nacionalidad automáticamente”, advierte.

El ius soli es un principio jurídico que significa literalmente “derecho de suelo” y que otorga la nacionalidad de un país a cualquier persona nacida en su territorio, sin importar la nacionalidad de sus padres. Se aplica de forma plena en países como Estados Unidos o Canadá. En España, sin embargo, rige principalmente el ius sanguinis (“derecho de sangre”), que vincula la nacionalidad a la de los progenitores. Por eso, nacer en suelo español no implica automáticamente ser español.

De hecho, el artículo 17 del Código Civil español establece que son españoles de origen, entre otros supuestos:

  • Los nacidos de padre o madre españoles.
  • Los nacidos en España de padres extranjeros si al menos uno de ellos nació también en territorio español.
  • Los nacidos en España de padres extranjeros cuando ninguno de ellos tenga nacionalidad o si la legislación de ninguno de los dos atribuye una nacionalidad al hijo.

Es en este último supuesto donde se encuadran muchos casos prácticos. Un niño nacido en España puede obtener la nacionalidad si sus padres no tienen ninguna o si su país de origen no reconoce a los hijos nacidos en el extranjero. También se concede cuando uno de los progenitores ya es español o tiene residencia en el país.