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Un extrabajador debe devolver 23.762 euros a su empresa por pagar 423 repostajes de gasolina indebidamente con la tarjeta de empresa

Además de para uso personal, utilizaba la tarjeta para pagar el repostaje de otras personas, como familiares y amigos, que luego le daban el dinero en efectivo.


Un hombre sujetando billetes de euro frente al depósito del coche
Un hombre sujetando billetes de euro frente al depósito del coche |Envato
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:

Hay situaciones que pueden arruinar toda una trayectoria profesional, aunque nunca se haya sido sancionado y se lleven años y años trabajando en la misma empresa. Es el caso de un trabajador francés que, durante varios meses en 2022, utilizó su tarjeta de empresa para pagar repostajes de gasolina para su uso personal. Una acción que, de por sí, ya sería ilícita, pero que se agrava aún más cuando fueron un total de 423 repostajes los que realizó de forma indebida. 

Este empleado, de tan solo 23 años, trabajaba con un contrato temporal para La Poste, una compañía de servicio postal, y ahora ha sido condenado por el Tribunal de Grenoble por estafa en perjuicio de esta empresa. Tal y como cuentan desde el medio local ‘Capital’, el joven en principio negó los hechos, pero fue captado gracias a las cámaras de videovigilancia de varias estaciones de servicio, que demostraron que usaba la tarjeta de empresa para llenar el depósito de su vehículo personal.

Y no solo eso, sino que este trabajador también fue pillado realizando repostajes para otras personas, que le abonaban a él en efectivo lo que este pagaba con la tarjeta de empresa. Así, fueron 423 repostajes los que realizó de forma indebida en tan solo 8 meses (del 7 de marzo al el 23 de octubre de 2022), lo que equivale a más de 52 depósitos al mes. Una cifra muy alta incluso para una persona que tenga que viajar mucho por trabajo. 

Deberá reembolsar más de 20.000 euros

Por los hechos narrados, el Tribunal de Grenoble ha condenado a este exempleado a seis meses de prisión condicional y abonar una multa de 2.000 euros. Además, tendrá que devolver a su empresa, La Poste, 23.762 euros por el daño estimado. En el juicio, su abogado expuso que el trabajador asumía todos sus actos: “No busca excusas. Vio el dinero, lo tomó y no debería haberlo hecho”. 

Al parecer, según los medios locales, el trabajador había sido despedido antes de estos hechos. Antes de irse de la compañía, habría robado la tarjeta que la empresa ofrece a sus empleados para combustible, utilizándola a partir de entonces de forma fraudulenta. En un primer momento, antes de reconocer los hechos en el juicio, aseguraba que la había comprado en Snapchat por 1.500 euros. También aseguró que esta práctica fraudulenta le generaba unos ingresos de aproximadamente unos 500 euros por semana.

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