Si algo temen los propietarios es a que le ocupen su casa y no tengan forma de echar a los okupas. No solo eso, también de los casos en que sus inquilinos dejan de pagar el alquiler y los recibos y se convierten en ‘inquiokupas’.
Esto es lo que le ha pasado a Christophe Morin, un camionero de 54 años que intentó vender una casa y acabó con okupas. Los que debían comprar su casa finalmente nunca lo hicieron, pasando a ocuparla ilegalmente. No son ni inquilinos ni propietarios.
Ese caso intermedio “devora la vida” de Christophe Morin, originario de Loudéac.
Una venta de futuro
Todo empezó en septiembre de 2023, cuando Christophe decidió vender su casa, de la que era propietario desde hacía 8 años. "Decidí venderla hace poco menos de dos años. Hoy vivo en Normandía. Tuve que dejar la región por trabajo".
Se decidió por venderla a una pareja que, bajo su opinión, parecía normal: “Esta pareja me pareció normal, y ni siquiera negociaron el precio de venta. Él debe de trabajar en el matadero, y ella está en una residencia de ancianos”.
El propietario solo había ofrecido una venta a plazos. Es decir, recibir el precio de la casa en forma de alquiler de 1.000 euros al mes durante cinco años. “Y al final del plazo, aún les quedaban 50.000 euros por pagar”.
Cada vez más problemas
¿Qué error cometió Christophe? Está claro, entregar las llaves antes de formalizar la venta para que la pareja pudiera mudarse.
“Parecían tener prisa. Me dijeron que ya habían cancelado su anterior alojamiento. Yo mismo he pasado por momentos difíciles y quise ayudarlos accediendo a dejarlos mudarse antes de firmar todos los documentos de venta”.
Habían entrado en su casa en septiembre de 2023 y desde entonces todo empezó a empeorar rápidamente. Discutieron sobre algunos detalles. En nuestra última reunión con el notario, aún no se habían abonado los fondos para formalizar la venta. Se excusaban diciendo que no tardaría mucho. Así que no se firmó la escritura de compraventa.
Él sigue siendo el propietario de la casa
Hay documentos que lo respaldan: él sigue siendo el propietario de esta casa hoy en día.
Según el propietario, la situación se fue complicando cada vez más: conflictos por la limpieza de la chimenea y "plazos financieros pagados con retraso y a veces a medias".
Y ahora, sin alquiler durante meses.
Mientras tanto, investigué sobre su antigua vivienda. Me di cuenta de que la dirección era falsa. Encontré su antigua casa, en ruinas. Me dijeron que llevaban varios meses sin pagar el alquiler y que se habían marchado antes de que llegara el alguacil, saqueando toda la casa.
Y mejor aún: “Ya lo habían hecho en otra casa. Quizá había otros…”.
“El método suave”
Tras varias negociaciones, advertencias e intentos de recuperar lo que no le habían pagado con la ayuda de un alguacil, Christophe Morin decidió adoptar otro enfoque.
"Lo admito, entré en la casa varias veces para ver cómo estaba. La policía me dijo que me fuera, pero sigo en casa. Sigo siendo el dueño", afirma Christophe.
Y el estado de la casa... Al principio no era así. Pero ahora está muy, muy sucia, con basura por todas partes. Ahora no sabe cuánto le podría costar arreglarlo todo y poner la casa en orden: “No me imagino cuánto me va a costar arreglar la casa . Estaba impecable antes de que llegaran...”
Habló con la alcaldesa de Saint-Vran, Évelyne Gaspaillard, quien sabía lo que pasaba desde unos días atrás, pero poco le podía ayudar. Son asuntos privados. Salvo invitarlos a ambos a buscar un abogado, no podemos intervenir.
Hoy, el propietario se dispone a presentar una denuncia ante la policía por "ocupación ilegal". El proceso también está en curso en el juzgado de Saint-Brieuc.
"Puedo entonces contactar al prefecto para que los expulse".
Con la venta a largo plazo él solo intentaba ir pagando otros:
“Soy dueño de mi casa y de otra en Normandía. Ahora mismo, tengo dificultades económicas. No quiero arriesgarme a perder mi propiedad por culpa de gente así”.
Cuando todo se resolvió, Christophe decidió poner esta casa de nuevo a la venta para deshacerse de ella y no saber nada más.
