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Se hace pasar por piloto de avión para alquilar un piso de lujo y deja a los caseros una deuda de 190.000 euros

El inquilino había falsificado la documentación para hacerse pasar por piloto de avión y los estafó poniendo la vivienda en alquiler en Airbnb.

Un piloto de avión
Un piloto de avión |Canva
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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Uno de los mayores deseos de cualquier propietario que pone una vivienda en alquiler es encontrar al inquilino perfecto, alguien solvente, serio y que no dé problemas. ¿Y quién parece más fiable que un piloto de avión, con nóminas de 30.000 euros al mes? Esto fue lo que pensaron estos caseros al alquilar su piso en París, sin saber que su apuesta por el “perfil ideal” acabó siendo una estafa que les dejaría una deuda de 190.000 euros.

La pareja puso en alquiler su piso de lujo en París de 269 metros cuadrados por 9.300 euros al mes, más 700 de gastos en el año 2023, y la agencia inmobiliaria les presentó el expediente de un supuesto piloto de línea aérea, con papeles que demostraban unos altos ingresos. 

Confiando en la información aportada y sin verificarla, los propietarios alquilaron la vivienda al piloto, que tras pagar la primera mensualidad, desapareció, según explica su abogado en el medio francés Figaro Inmobilier.

Descubrieron que su inquilino perfecto era un estafador 

Tras meses sin saber nada de su inquilino, y sin recibir ni una sola mensualidad más, los caseros contactaron con un abogado para iniciar del proceso de desalojo, y fue entonces cuando descubrieron que estaban ante un auténtico estafador. “El conserje nos contó que presenció muchas idas y venidas en el apartamento, y los vecinos se quejaron de las fiestas recurrentes”, explica el abogado. 

A raíz de ello, investigaron en Airbnb y descubrieron que su inquilino estaba subarrendando la vivienda a turistas, sin permiso. “Al ver su perfil, nos dimos cuenta de que es un arrendador profesional que lleva mucho tiempo haciendo esto. Incluso encontramos comentarios desastrosos de turistas que fueron desalojados de otros dos apartamentos por un agente judicial”.

En el proceso confirmaron que toda la documentación aportada a la inmobiliaria era falsa, ni las nóminas ni los contratos eran reales, y por supuesto su inquilino no era piloto.

En junio de 2024 una sentencia favorable a los propietarios, condenó al inquilino a pagar 79.000 euros de la deuda acumulada hasta la fecha, pero debido al retraso del proceso por los Juegos Olímpicos, no pudieron recuperar su casa hasta  abril de 2025, cuando la deuda ya alcanzaba los 190.000 euros.

 “Lamentablemente, no creo que recuperen nunca esta cantidad. El agente judicial ni siquiera pudo encontrar una cuenta bancaria a nombre del inquilino para intentar embargarla”, aclara el abogado.