“Yo no quiero morirme, pero si me muero, hacéis una fiesta y después vais un ratito a acompañarme por la noche”, dice entre risas Paca, una mujer onubense que acaba de cumplir 100 años. Su bisnieto, Carlos Cruz (@carloscruzrzz), ha grabado la escena familiar y la ha compartido en sus redes sociales, donde los vídeos se han convertido en un fenómeno viral por su mezcla de humor cotidiano, ternura y retrato costumbrista del sur.
En las grabaciones, la centenaria conversa con su nieta y su bisnieto sobre la celebración de su cumpleaños. “Abuela, que no te vayas a morir esta noche, que ya está todo pagado”, bromea su nieta. La homenajeada, entre risas, le responde que no tiene intención de morirse, aunque, si llegara a hacerlo, su familia debería ir primero de “juerga” y después acompañarla al tanatorio. La nieta, siguiendo el tono festivo, advierte entre carcajadas que, después de tantas cervezas, no sabe si podrá hacerlo.
“Tú antes me has hecho hasta una sentadilla para decirme lo bien que estabas”, bromea Carlos y la anciana responde levantándose del sillón sin esfuerzo. “Fíjate qué 100 años”, expresa incrédula su nieta.
El truco para llegar a los 100 años de vida
En un segundo vídeo, la bisabuela reflexiona sobre su larga vida. “Nada, hijo, la naturaleza”, responde cuando su bisnieto le pregunta cómo ha conseguido llegar tan lejos. A lo largo de la conversación, repasa algunos de los episodios más duros de su juventud: “Yo no he fumado, no he bebido. Yo he pasado hambre. He estado trabajando en el campo, cargando trigo por ahí, toda mojada. He cogido higos y he estado durmiendo debajo de las higueras”.
Con una mezcla de humildad y orgullo, la centenaria concluye su relato afirmando: “El hambre me ha dado fuerza y aquí estoy, con 100 años, gracias a Dios. Y buena, ¿eh?”. Sus palabras reflejan la vida de toda una generación que superó la escasez y el trabajo físico y que hoy representa la memoria viva del mundo rural.
“Está mejor que yo y tengo 76 años menos”
Los vídeos, más allá del humor, han generado una ola de cariño y admiración hacia la protagonista. En los comentarios abundan los mensajes de “envidia sana” por la vitalidad de Paca y el privilegio de poder disfrutar a los mayores. Muchos piden “firmar” para llegar así a los 100, celebran que “los abuelos deberían ser eternos” y felicitan a la familia, entre deseos de “otros 100 más”. También hay quien subraya: “Mejor que yo está, tengo 76 años menos”.
La conversación ha disparado, además, una avalancha de recuerdos y emociones compartidas. Algunos usuarios recuerdan a sus abuelas y abuelos que llegaron a 101, 103 o 104 años. Otros confiesan la ausencia reciente y piden que la “cuiden mucho”. Algunos recuerdan a sus abuelos que subían escaleras sin ayuda o trabajaron hasta el final, y los más animados piden que les avisen “cuando sea la fiesta” o dicen que quieren “ir a la juerga con ella”. Muchos se ríen con las sentadillas de Paca y con la facilidad con la que se levanta del sillón. En conjunto, los mensajes forman un homenaje espontáneo a la vejez con humor y convierten a Paca en un reflejo cercano de muchas familias.

