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Okupas ponen una alarma para proteger la casa que han okupado: “Es cuanto menos curioso que hayan entrado sin permiso y ahora la protejan de posibles robos u okupaciones”

Los okupas, para indignación de los vecinos, instalaron una alarma para proteger la casa frente a posibles robos y otras okupaciones.

Fachada de una casa con un cartel de alarma
Fachada de una casa con un cartel de alarma |Amazon
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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El problema de la okupación es algo que no solo preocupa a los propietarios de las viviendas, sino también a los vecinos, como en el caso de un pueblo de Burgos que tiene a los vecinos perplejos a la vez que preocupados. Y es que los nuevos ocupantes ilegales de una vivienda del pueblo, no solo se han instalado en la casa sin permiso del dueño, sino que han puesto una alarma de seguridad con su correspondiente cartel para protegerla frente a posibles robos y okupaciones. 

Desde el pasado 27 de abril, un grupo de personas está instalado en una vivienda deshabitada de las afueras de San Miguel de Pedroso, una pedanía de Belorado en Burgos. Según recoge el medio local ‘Burgos Conecta’ los propios vecinos del pueblo explican que los nuevos inquilinos “han colocado el cartel de la empresa que ha puesto la alarma en el inmueble” para evitar que otros hagan con ellos lo mismo que han hecho con el dueño.

Aprovechando que la vivienda está a las afueras del pueblo, y que llevaba más de 20 años sin inquilinos, los okupas aprovecharon para colarse dentro y la han vaciado de muebles, tirando todo lo que había dentro, además de colocar el cartel que ha provocado la indignación de sus vecinos.

El ambiente en el pueblo se tensa tras la llegada de los okupas 

“Es cuanto menos curioso que hayan entrado sin permiso en una vivienda que no es suya, la hayan okupado y ahora la protejan de posibles robos u okupaciones”, señalan los vecinos. 

Según relatan, los okupas no solo se han instalado en la casa y la han protegido con el cartel de alarma, sino que también han “intentando empadronarse en Belorado”, aunque sin éxito. Además, aseguran que la propietaria ha presentado tres denuncias ante la Guardia Civil tras este.

Toda esta situación ha provocado un ambiente de “tensión” en el pueblo, generando una “psicosis de miedo” ante la posibilidad de más okupaciones en la zona.