El problema de la okupación trae de cabeza a miles de propietarios, muchos de ellos que compran su vivienda a un precio más bajo porque no pueden tomar posesión de la misma y otros porque al dejar la casa vacía la encuentran con inquilinos indeseados a la vuelta. Es el caso de un hombre que vive en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que ha conseguido recuperar su chalé de 250 metros cuadrados con piscina tras superar un chantaje por parte de los okupas en el que le pidieron 15.000 euros para irse.
La información, publicada por El Debate Andalucía, explica que el propietario compró su chalé en 2024 y el proceso marchaba bien hasta que se dio cuenta de que estaba okupada. Ya había pagado una parte del precio y habían comenzado con los trámites. Pero, a pesar de la situación de la casa, Carlos Caballer (que es como se llama el propietario), decidió continuar el proceso.
Aunque algunos asesores inmobiliarios recomiendan que la negociación con los okupas se haga siempre con pies de plomo “porque saben que la ley está a su favor”, en esta ocasión el ciudadano decidió poner el caso en manos de la policía.
Porque, aparte de querer cobrarle por dejar la casa, los okupas la habían puesto en venta y supuestamente, unos terceros la habían adquirido.
El abogado de los okupas le pidió 15.000 euros
Los okupas contaban con el asesoramiento de un abogado que se dirigió al propietario para pedirle 15.000 euros, y les explicó que cuando los pagase, sus clientes abandonarían la vivienda. Tras varias conversaciones, consiguió que lo rebajase a 11.000 euros, pero con esto, Caballero acudió a las autoridades.
Más tarde, se enteró de que los inquilinos estaban sacando todas sus cosas a la calle, y quiso ir hasta la vivienda para ver qué había pasado. Antes, llamó a la Guardia Civil para contárselo. Cuando llegó, encontró a dos personas que estaban haciendo una mudanza.
Le explicaron que habían comprado la vivienda a los dos okupas y gracias a la intervención de las autoridades, el suceso terminó con la recuperación de la vivienda por parte de su legítimo propietario.
Los okupas habían destrozado la casa
Cuando consiguió entrar en su casa, entre aplausos de los vecinos, se encontró una situación que no esperaba. Los okupas se habían ido, sí, pero se llevaron algunos electrodomésticos como la placa de la vitrocerámica y el termo.
No la habían limpiado desde hacía tiempo y lo que más sorprendió al propietario es que se enteró de que los dos okupas tenían trabajo y estaban cobrando una prestación económica.
“Todo lo encontré lleno de basura”, ha explicado al medio antes citado, “pero lo más importante es que he recuperardomi casa”. Aseguró que cuando comenzó todo, “lo veía imposible”, ya que “estaba sólo ante la ley”.

