Si hay una generación a la que afectan los problemas laborales, de acceso a la vivienda y económicos en España esta es la llamada Generación Z o los Millennials. El alto precio de las hipotecas, la subida descontrolada del alquiler o un mercado de trabajo cambiante son algunos de los motivos que podrían llevar a miles de jóvenes a salir a la calle, como apunta el conocido y mediático economista Santiago Niño Becerra.
En una entrevista para NoticiasTrabajo, Niño Becerra recordó cuando un joven le preguntó cómo veía la situación de su colectivo en la actualidad. A lo que el economista le contestó “tenéis problemas en vivienda, en trabajo, ¿por qué no protestáis? Y él me contestó que porque no sirve para nada. Nuestra generación protestaba por todo. A veces conseguíamos las cosas y otras no. Pero ahora creo que los jóvenes han llegado a la conclusión de que es imposible conseguir nada”.
Aunque sí establece diferencias en el comportamiento de los Millennials “se pierden” y la Generación Z, “son distintos”. Estos últimos “gritan un poco más, pero lo hacen yéndose a otras latitudes”.
El conformismo que mantienen los Millennials ante lo que está sucediendo, en una España donde se vive una realidad compleja como los pisos compartidos, la falta de dinero para ‘meterse’ en la compra de un coche y más aún de una casa, no es un drama para ellos. Tienen la realidad delante y se conforman con eso, no buscan cambiarla.
“Los que son muy buenos se van de España”
Todo esto trae consecuencias como la conocida ‘fuga de talentos’. “Los que son buenos o muy buenos se van de España y no vuelven”. Esto deriva en que “los que no se van y deciden quedarse, tienen que adaptarse a la situación que está condicionada por muchos factores, como el poder adquisitivo, la vivienda e incluso la familia”.
Desde su rol de economista “concibo una falta de expectativas”. “Antes, hace 30 años un joven de 25 tenía expectativas… otra cosa es que luego se cumplieran o no. Hoy apenas hay”.
Los jóvenes en estos momentos se enfocan “en vivir”. “Son adaptativos”. Niño Becerra, por su experiencia como docente en la Universidad, ha trabajado codo con codo con los Millennials. “Son muy conformistas, si tienen que compartir coche o vivienda, no es ningún drama. Pero esto, al final, tiene consecuencias”. Y estas no son precisamente buenas, aunque “el concepto de bueno o malo es relativo, según mi enfoque son malas”.
La ‘ley el mínimo esfuerzo’ a la hora de acceder al empleo
Aunque la tendencia cuando se habla de los jóvenes y su acceso al mercado laboral es hacerlo orientándose a la llamada ‘ley del mínimo esfuerzo’, la experiencia de Niño Becerra como profesor arroja otros dividendos. “Una persona acaba un Grado con 23 años, y si decide hacer un máster, sale al mercado de trabajo con 26 años. Y si lo que tiene a su alrededor son trabajos a tiempo parcial, y bajas expectativas ¿cuál será su actitud?”
De nuevo, aparece “la adaptación” para “vivir lo mejor que pueda, y si esto implica trabajar menos horas pues sigo esto. Pero ¿qué pasaría cuando esa persona tiene expectativas?” Recuerda a la hija de sus amigos que ha estudiado arquitectura y ahora vende pisos. “Aquí pasa algo, cuando una persona con su formación que ha estado trabajando fuera en el extranjero y tiene un máster”.
Las empresas, que serían las principales responsables “no incentivan a los jóvenes porque no lo necesitan y cuando uno de los trabajadores no está de acuerdo y quiere irse… pues que se vaya”.
La respuesta estaría en un “exceso” de población activa por lo que las condiciones “no son buenas”.

