El encarecimiento del mercado de la vivienda, especialmente en Barcelona, ha llevado a miles de personas a situaciones límite. Los alquileres en esta ciudad han crecido casi un 70% en la última década, según datos del Instituto de Estadística de Cataluña, convirtiéndose en una de las 3 ciudades españolas donde más se trabaja solo para pagar el alquiler. En este escenario, proliferan testimonios como el de Miguel Martilena, un jubilado de 75 años que, tras décadas en España, vive en un piso que okupa a las afueras de la ciudad por no poder afrontar un alquiler.
Martilena lleva más de medio siglo en España, pero “desde hace seis o siete años” sobrevive en una vivienda que él mismo okupa en la zona de La Floresta, a unos diez kilómetros de Barcelona. “Vivo de okupa porque es imposible permitirme pagar un alquiler. Ninguno que sea”, explica con franqueza en una entrevista grabada en la calle por la cuenta People by Max.
Jubilado desde hace cinco años, relata que percibe 200 euros mensuales de los servicios sociales “cuando me lo dan, porque a veces se olvidan”. Esa cantidad, denuncia, resulta insuficiente para costear una vivienda en Barcelona, donde el precio medio de un alquiler supera los 1.600 euros mensuales, según el último informe de Observatorio del Alquiler.
Denuncia la falta de vivienda asequible
Este veterano fotógrafo, que trabajó durante décadas “para la prensa”, asegura que hace 2 años llegó a vender otras mercancías para sobrevivir, aunque en los últimos tiempos ha retomado la venta de sus propias imágenes. “Alcanzo a sobrevivir con lo justísimo”, comenta con resignación.
Preguntado por las posibles soluciones a la crisis de vivienda, Martilena plantea medidas como gravar a los propietarios con pisos vacíos o ampliar el parque de vivienda pública. Critica además que el gasto militar prevalezca sobre las políticas sociales: “Se lo gastan en armas ahora para hacer la guerra los rusos en lugar de preocuparse de la gente y los jóvenes que no tienen salida”.
Su caso refleja una realidad extendida. Según los últimos datos del Observatori Metropolità de l’Habitatge, en Barcelona alrededor de uno de cada seis habitantes de Barcelona (16,9%) está en riesgo de exclusión residencial, mientras que un 18% afronta sobrecarga de gasto en vivienda, es decir, dedica más del 40% de sus ingresos al pago del alquiler o la hipoteca.