El fabricante de salchichas alemanas Schara ha informado del inminente cierre de su planta en Barcelona, la que se encuentra concretamente en la Zona Franca de la ciudad condal. El fin de la actividad del centro logístico barcelonés supondrá un reajuste de la plantilla total de la compañía en el que despedirán a 56 trabajadores mediante un expediente de regulación de empleo (ERE), que ya ha sido iniciado por la compañía.
El motivo principal de cerrar su fábrica en Barcelona son, según la propia compañía, los problemas económicos. Este cese de actividad afectará a la fábrica ubicada dentro del perímetro de Mercabarna, quemada en 2023 y que no se ha llegado a reconstruir plenamente.
Por qué cierra Schara: reestructuración de la compañía
Schara (la marca con la que opera la mercantil La Charcutería Alemana) es una firma reconocida en el sector de las salchichas tipo frankfurt, presentes en diferentes cadenas de supermercados en España. La empresa atraviesa actualmente una fase de inestabilidad financiera y ha puesto en marcha este ERE, que considera imprescindible para "asegurar la viabilidad a largo plazo de la compañía", según comunicó oficialmente.
Esta decisión forma parte de un proceso de reestructuración más amplio en el que la compañía ha tenido que renegociar diversas obligaciones, incluida su deuda con acreedores. El proceso de negociación finalizó a mediados de noviembre en forma de acuerdo entre la empresa y los trabajadores. "En el marco de su proceso de transformación y adaptación a la nueva realidad organizativa y económica, La Charcutería Alemana Comercial, S.L. ha comunicado su intención de adoptar una medida de ajuste que afectará a 56 trabajadores", señaló la empresa en un comunicado.
Del ERTE al ERE y negociaciones con la plantilla
El lanzamiento de este ERE se produce después de que la plantilla haya encadenado tres expedientes de regulación temporal desde 2023, año en el que un incendio obligó a suspender la actividad en la nave de Mercabarna. Pese a que la empresa tenía aprobado un ERTE hasta septiembre de 2026, ha optado por no agotarlo y transformarlo en un ERE. Fuentes sindicales critican esta decisión y sostienen que, en lugar de invertir la indemnización del seguro en reconstruir completamente la planta, la compañía destinó esos fondos a otros fines.
Entre múltiples medidas de apoyo, acompañamiento y recolocación, se alcanzó una indemnización por 30 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, de cara a la compensación del personal que en tal fábrica se empleaba.
El acuerdo se cerró entre las dos partes, dejando los trabajadores claro su agradecimiento a la compañía por la generosidad en la negociación y durante todo el proceso en el que ha acompañado a la plantilla tras el incendio de la fábrica que interrumpió su actividad.
En lo que va de 2025, un total de 6.057 trabajadores han perdido su empleo a través de estos mecanismos, un 63,4% más que en el mismo periodo del año anterior, según los últimos datos del Departament de Treball. Si la tendencia continúa, todo apunta a que el presente ejercicio se situará entre los de mayor volumen de despidos colectivos de la última década.

