¿Eres capaz de no pensar en un elefante? Esto es lo que la ciencia dice de ti

Puede estar relacionado con la falta de imaginación y ser beneficioso para la mente.

Médico viendo los resultados de una prueba al cerebro
Médico viendo los resultados de una prueba al cerebro Canva
Redacción Noticiastrabajo

Seguro que has escuchado alguna vez la teoría del elefante, esa en la que alguien te dice que ‘no pienses en un elefante’ y, supuestamente, no puedes evitar visualizarlo en tu mente casi de inmediato. Según la ciencia, esto hace referencia a la capacidad del ser humano de tener experiencias imaginarias con un alto grado de realidad.

Se ha dado por hecho que todas personas tienen esa capacidad innata e incontrolable, pero ya son varios los estudios que han confirmado que parte de la población no puede imaginarse ese elefante ni aunque lo intente. En este experimento, se midió la capacidad cerebral de varios sujetos que afirmaron carecer de imaginación visual mediante un electroencefalograma, y se apreciaron diferencias notables con respecto a la actividad de sujetos que si consiguen construir imágenes en su cabeza.

A este fenómeno se le conoce como afantasía y se le considera un déficit. Son muchas las personas diagnosticadas que consideran que tener un déficit es sinónimo de tener un problema o una desventaja respecto a los que no lo tienen, pero, según las conclusiones de los estudios, ser afantástico puede ser incluso una ventaja.

Afantasía. ¿Déficit o superpoder?

Aunque la afantasía se puede llegar a considerar una ‘incapacidad’, los científicos consideran que, en determinados ámbitos de la vida, puede llegar a ser beneficioso no tener la capacidad de ver ciertas imágenes en nuestra mente. 

En este estudio con sujetos afantásticos, se midió la respuesta cerebral y emocional de las personas tras contarles historias y vivencias realmente aterradoras. Comparando sus reacciones con las de otros participantes que sí podían visualizar imágenes en su cabeza, concluyeron que la respuesta a los relatos de los afantásticos era mucho más tranquila, debido a que no podían revivir esos hechos en su mente.

Este tipo de respuesta cognitiva confirmó que, el hecho de no poder revivir escenas en nuestra imaginación, también permite controlar la afluencia de pensamientos intrusivos. Son muchas las personas que reviven experiencias desagradables y traumáticas de forma incontrolable, lo cual puede generar ansiedad y dolor emocional. Gracias al control de la mente, este supuesto déficit puede ahorrar un mal rato a todo aquel que lo padece.

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