Acceder a una vivienda social implica cumplir con una serie de requisitos económicos, y en muchos casos también se espera un compromiso con la convivencia vecinal y cuidado de la vivienda. Y es lo que pasa en Francia, donde dos familias de inquilinos están a puntos de ser desalojadas de su vivienda de alquiler social por los destrozos causaron en el ascensor.
Según se informa desde el medio francés Figaro Inmobilier, la pasada madrugada del 18 al 19 de noviembre la administradora del inmueble escuchó golpes provenientes del ascensor sobre las 3 de la madrugada y a la mañana siguiente, la puerta apareció dañada y el mecanismo averiado.
El ascensor había dejado de funcionar, pero las cámaras de seguridad grabaron a varios jóvenes cometiendo el daño. Tras revisar las imágenes, el organismo responsable de las viviendas sociales identificó que dos de los responsables era inquilinos del propio edificio.
Se inicia el desahucio de las dos familias de los jóvenes que vandalizaron el ascensor
Tras este descubrimiento, el propio organismo inició un procedimiento de desalojo contra las familias de los jóvenes y anunció que repercutirá a estos inquilinos el coste de la reparación del ascensor, estimado entre 6.000 y 10.000 euros, además de exigir la restitución del uso común del edificio.
Según declaraciones del subdirector general de la entidad, Pierre Chassat, los autores “eran conocidos por causar disturbios y molestias” y ya tenían antecedentes policiales por alteración del orden público.
El procedimiento no solo afecta a los jóvenes implicados, sino también a sus familias, padres, hermanos y menores, que podrían perder su vivienda y quedar en una situación de incertidumbre. Aunque desde las organizaciones como la Unión Nacional de Inquilinos Independientes se reclama diálogo y apoyo a los progenitores, la intención del ministerio y del proveedor social es dar prioridad a quienes respeten las normas y rechazar a quienes vulneren la convivencia.
Por el momento, el desalojo no está confirmado y será la justicia quien tenga la última palabra.
Francia ha endurecido la política de viviendas sociales
Francia pretende endurecer las medidas para la conservación de las viviendas de alquiler social, y su ministro de Vivienda, Vincent Jeanbrun, anunció su intención de extender el desalojo automático no solo a quienes trafican con droga, sino también a inquilinos de viviendas sociales que cometan robos o actos de vandalismo.
En el caso de estas dos familias, la decisión del desalojo tomada por el organismo competente se enmarca en el reciente proyecto impulsado por el ministro Jeanbrun. Según él, “cuando traficas con drogas o eres un matón, pierdes el derecho a la solidaridad nacional”. Con la futura ley, el desalojo no quedará reservado solo a narcotraficantes, sino que se extenderá a quienes cometan robo o vandalismo. Esto supone un cambio importante en la forma de aplicar las ayudas a la vivienda social.
