El grupo deportivo Decathlon ha decidido cerrar en 2026 su emblemático establecimiento situado a los pies del Stade de France, en Saint-Denis, según el medio francés L’Humanité. El local, concebido hace casi tres décadas como escaparate de la marca en uno de los barrios más populares del norte de París, estaría afrontando así el final de su actividad que afectará a unas 40 personas.
Tal y como adelantan las informaciones, la compañía atribuye la clausura a la insuficiente rentabilidad del punto de venta, que en 2024 registró una facturación de 11,9 millones de euros, pero un resultado bruto de explotación negativo de 455.000 euros.
El cierre afecta a unos 40 puestos de trabajo
La medida afectará a unos cuarenta trabajadores, a los que la empresa ha prometido ofrecer distintas vías de reclasificación interna y apoyo laboral, que incluirán recolocaciones en otras tiendas del grupo, financiación de balances de competencias, apoyo en la búsqueda de empleo y la puesta en marcha de una célula de seguimiento psicológico.
De confirmarse la información, si se cumplen los plazos previstos, el establecimiento cerraría definitivamente sus puertas en junio de 2026, poniendo fin a un proyecto que nació como símbolo de revitalización urbana y que concluye, casi treinta años después, entre pérdidas económicas y un futuro incierto para sus empleados.
Una tienda en declive con el paso de los años
Inaugurada en 1998, coincidiendo con la Copa del Mundo de fútbol y con la apertura del propio Stade de France, la tienda fue presentada entonces como una de las mayores de la cadena. Con más de 10.000 metros cuadrados repartidos en tres plantas y un equipo de 130 empleados, el proyecto encarnaba la ambición de Decathlon por reforzar su relación con un territorio marcado por el desempleo y la precariedad.
Esa vocación social, sin embargo, ha ido diluyéndose con el tiempo. La superficie comercial del establecimiento se ha reducido a un tercio en dos décadas, y los efectivos han menguado en paralelo.
Según L’Humanité, el “contexto socioeconómico local”, caracterizado por un elevado nivel de pobreza y dificultades de acceso al empleo, ya no permite sostener la actividad. “Para cada evento importante en el Stade de France, ya sea un partido o un concierto, la zona se acordona, lo que reduce significativamente la afluencia de clientes. Esto debería haberse previsto con anterioridad...”, lamenta una fuente interna de Decathlon citada por el medio francés.
A la espera del comunicado oficial de la empresa, siguen abiertas las dudas sobre el verdadero alcance del plan de apoyo a la plantilla y sobre las opciones que tendrán los trabajadores. Tampoco se sabe aún qué ocurrirá con el local que quedará vacío en un área estrechamente ligada al Stade de France y en plena transformación urbana. La posible clausura, de confirmarse, añadiría un nuevo episodio a la reconfiguración comercial del norte de París.
