De Londres a Nueva York en menos de una hora: el túnel transatlántico que podría hacerlo posible

El proyecto costaría unos 18 billones de dólares y solo se podría atravesar mediante unos trenes especiales.

Un tren saliendo de un túnel
Un tren saliendo de un túnel Canva
Redacción Noticiastrabajo

El sueño de conectar Reino Unido con Estados Unidos a través de un túnel lleva vivo más de un siglo. Pese a que el plan sea más propio de una novela de ciencia ficción debido a sus innumerables barreras, tal y como explica el diario británico The Express, aún son muchos los ingenieros y visionarios que no consiguen quitarse esa idea de la cabeza.

Este utópico proyecto propone construir un túnel de proporciones épicas para atravesar los 5.470 kilómetros de océano Atlántico que separan Inglaterra y América. Hay quien piensa que, si se pudo construir el Túnel del Canal de la Mancha que conecta Francia e Inglaterra, este proyecto también puede llevarse a cabo.

Sin embargo, el Túnel del Canal de la Mancha, aunque en su día fuese un hito de la ingeniería sin precedentes, no se puede comparar a la envergadura que supone siquiera plantearse unir Europa y América a través de un túnel. Esta nueva construcción tendría una longitud 144,32 veces mayor y, además, tendría que adentrarse en otro tipo de profundidades.

¿En qué consiste la construcción del Túnel Transatlántico?

En primer lugar, para sacar adelante un proyecto de semejantes dimensiones, sería necesario hacer una inversión económica de unos 18 billones de dólares. El PIB combinado de China, Japón y Alemania, podría ser una referencia para intentar imaginar a cuánto asciende este importe. Ni que hablar de los años que llevaría construirlo.

Tras años de elucubraciones, algunos soñadores han asegurado que la forma más lógica de construir el túnel sería bajo el lecho marino. Esto supondría excavar a profundidades con presiones extremas que, al menor descuido, y suponiendo que se dispusiera del equipamiento capaz de operar en esas condiciones, supondrían la destrucción de todos los avances.

Otra opción que se ha barajado es la de que el túnel sea flotante y esté sumergido a 49 metros de profundidad y anclado mediante unos cables reforzados. Esto sería una solución a las dificultades que plantea el fondo oceánico, pero podría suponer una dificultad añadida el hecho de darle la estabilidad necesaria para que el trayecto en su totalidad fuese seguro.

Suponiendo que alguna vez fuese posible (y rentable) construir el túnel, habría que determinar de qué manera podrían atravesarse. En un principio, el tránsito de coches estaría descartado. Lo ideal, dentro de esta utopía, sería usar trenes de alta velocidad con elevación magnética capaces de alcanzar miles de kilómetros por hora. Gracias a la eliminación de elementos como el aire, estos trenes podrían conectar Londres con Nueva York en poco menos de una hora.

Sin embargo, la brutal inversión que conlleva, las barreras estructurales y geológicas, y las dificultades para llevar a cabo un posterior mantenimiento de forma adecuada, hacen de este sueño un improbable de la ingeniería.

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