Logo de Huffpost

Condenadas dos empleadas de hogar que estafaron más de 77.734 euros a una anciana con problemas de visión

Los herederos de la mujer, ya fallecida, reclaman que devuelvan el dinero que consiguieron usando de manera fraudulenta la tarjeta de crédito de la anciana.

Una mujer mayor se sujeta la cara con las manos
Condenadas dos empleadas de hogar que estafaron más de 77.734 euros a una anciana con problemas de visión |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

El Tribunal Supremo (TS) ha ratificado la condena a tres años y medio de prisión para dos empleadas de hogar que abusaron de la confianza y la situación de vulnerabilidad de una anciana en un municpio de la Comunidad de Madrid para robarle más de 77.000 euros durante dos años. La sentencia 771/2021 explica que las dos acusadas estaban trabajando como empleadas de hogar en casa de una mujer de edad avanzada, y que esta confiaba en ellas.

Además, la anciana tenía problemas de visión y se encontraba sola. Las dos cuidadoras aprovecharon la relación laboral y la confianza plena que esta mujer mayor tenía en ellas para acceder a sus documentos personales y activar la tarjeta bancaria que estaba vinculada a la cuenta. Con esta ya en funcionamiento, sacaron dinero y realizaron compras entre los meses de marzo de 2015 y diciembre de 2016.

Las dos mujeres se pusieron de acuerdo y usaron los datos personales a los que sólo ellas podían tener acceso para apropiarse de 77.734 euros. Una vez que la anciana falleció y al darse cuenta de lo que había sucedido, los herederos les reclamaron ese dinero.

Una de las cuidadoras se hizo pasar por la titular de la cuenta

Una de las dos empleadas de hogar que trabajaban en la vivienda se hizo pasar por la propietaria de la cuenta, y consiguió la clave por teléfono así como todos los datos necesarios para poder acceder al banco.

Cuando ya lo tuvieron todo listo, las dos empezaron a retirar el dinero en efectivo y a realizar compras y pasar varios cargos por la cuenta bancaria. La anciana grabó una declaración antes de fallecer, dentro del marco de la instrucción judicial de modo que se garantizase que el testimonio o se perdiera por su delicado estado de salud.

El abuso de confianza como agravante

La Justicia consideró este caso como delito de estafa continuada, concurriendo el agravante de abuso de confianza recogido en el artículo 22.6 del Código Penal. Porque, además de la relación laboral de cuidadoras y empleadas de hogar, la mujer mayor había establecido con ellas un vínculo de confianza. 

De este modo, el tribunal apuntó que este engaño no habría sido posible sin la facilidad de acceso que brindó esta confianza y el hecho de que las dos acusadas tenían facilidades para ocuparse de la economía de esta anciana. 

Por eso, pudieron acceder sin problema a los fondos sin tener en cuenta que precisamente esa actitud y el aprovechamiento que llevaron a cabo supondría una quiebra grave de los deberes de lealtad y protección que caracterizan estas relaciones, justificando una mayor severidad en la condena. 

Más protección ante los abusos en el ámbito doméstico

El Tribunal Supremo ha reiterado la compatibilidad entre la agravante de abuso de confianza y el subtipo agravado de estafa siempre y cuando se aprecien relaciones personales que vayan más allá de la confianza inherente al propio delito. Aunque el tribunal ha insistido en la necesidad de interpretar de forma restrictiva esta agravante, reservándose para las situaciones en las que la víctima deposite en el autor del delito una confianza reforzada por la convivencia, dependencia emocional o vínculo profesional.

Esto no es un caso aislado, y hay otros ejemplos como el de un anciano de 78 años con Parkinson aunque aquí no le engañaron sus empleadas de hogar, sino un vendedor de colchones.