Científicos alertan sobre eritritol de la bollería y refrescos de los supermercados: graves problemas cardiovasculares

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria lo califica como ‘seguro’. Ahora, un grupo de investigadores pone en jaque al eritritol.

Bollería industrial en un supermercado
La comunidad científica pone en duda al eritritol y advierte de los problemas cardiovasculares que puede causar. Archivo
Isabel Gómez

Al azúcar y a sus sucedáneos no paran de salirle enemigos dentro de la comunidad científica. Ahora ha llegado el turno para el eritritol, un edulcorante artificial presente en miles de bebidas, bollería, chicles y caramelos de todos los supermercados y tiendas de alimentación en el mundo. Un reciente estudio de la Universidad de Ohio ha alertado del fuerte crecimiento de problemas cardiovasculares entre los consumidores, recogen desde EFE.

¿Es tan seguro el eritritol como lo afirman las agencias de control de seguridad alimentaria? Según el director de la investigación, Stanley Hazen, este componente es letal para la calidad de la sangre, ya que activa las plaquetas y, por tanto, incrementa la posibilidad de aparición de coágulos sanguíneos. Su homólogo, el azúcar, no es algo que provoque.

De ahí que haya lanzado una seria advertencia, pese a ser un edulcorante considerado como seguro por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Pero, ¿qué es y por qué es tan dañino para el sistema cardiovascular?

¿Qué es el eritritol?

El eritritol es obtenido de la fermentación del azúcar del maíz y es aproximadamente un 70% más dulce que el azúcar. Se usa como alternativa esta o la sacarina porque no aportan calorías ni carbohidratos. Sin embargo, una vez ingerido, el eritritol no se metaboliza bien en el organismo, apuntan desde EFE. Todo lo contrario, pasa al torrente sanguíneo y se elimina a través de la orina. El cuerpo humano crea cantidades bajas de eritritol de forma natural, por lo que cualquier consumo adicional puede acumularse.

¿Por qué es tan peligroso para el sistema cardiovascular?

La nueva investigación nace de un estudio anterior del equipo de Hazen, publicado el año pasado en Nature Medicine. Los pacientes cardiacos con niveles elevados de esta sustancia en sangre tenían el doble de probabilidades de sufrir un episodio cardiaco grave en los tres años siguientes.

"El nuevo trabajo se diseñó para observar de forma más directa los efectos en las plaquetas tras la ingestión de eritritol en una dosis típicamente contenida en un refresco o una magdalena "sin azúcar". En 20 voluntarios sanos, el equipo descubrió que el nivel medio de eritritol después de comer aumentó más de 1.000 veces en el grupo que lo consumió, en comparación con sus niveles iniciales", recogen desde la agencia de noticias.

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