El peso de los cuidados sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres. Una encuesta realizada este año por The Friendly Companies así lo reflejaba, mostrando la misma que casi el 80% de las mujeres asumía una mayor carga de trabajo con los hijos que sus parejas. En este contexto, es muy interesante el concepto del ‘marido voluntarioso’ explicado por el psicólogo Alberto Soler, y que asegura ve “mucho en la consulta”.
¿En qué consiste? La situación general sería la siguiente: “Llega la pareja y ya se queja de que, claro, “es que tú no haces nada en casa, es que no sé qué…”” a lo que la pareja (varón) le respondería: “hombre, pero es que si tú me dices, haz esto, yo voy y lo hago”. Aquí es donde está el problema.
“El pobre no se entera de lo que de lo que está pasando”, añade Soler, explicando que la pareja masculina se ven siempre como serviciales, sin llegar a identificar cuál es el enfado de ellas. Algo así sería su pensamiento: “si tú me dices que ponga la lavadora, yo la pongo. Si tú me dices que prepare la cena, yo la pongo”. Y así con todo. Esto, señala Alberto Soler, “es verdad. Es decir, él es muy voluntarioso y su mujer va y le dice algo y él lo hace. Pero ahí lo que él no está entendiendo es un concepto que también es muy importante y es el de la carga mental”.
“Os resta un espacio tremendo”
Como explica el psicólogo Alberto Soler, el problema está en que muchos maridos solo actúan y ayudan si antes se lo ha pedido la mujer, no se dan cuenta por sí mismos de las responsabilidades y tareas que deben hacer como padres o en el hogar. Así, todo el peso, toda la carga mental, sigue recayendo en ellas.
“Esto lo hablas con la mayor parte de parejas y preguntas, ¿quién lleva en la cabeza el calendario de las visitas al pediatra? Y lo lleva ella. ¿Quién sabe cuántas veces este año os habéis reunido con el tutor o con la tutora del nene o de la nena? Y lo lleva en la cabeza a ella. O, ¿quién sabe el tema de las vacunas? ¿O cuándo hay que lavar las cortinas? ¿Cuándo toca darle la vuelta al colchón? ¿Cuándo toca hacer el cambio de armario? ¿O qué tenemos que comprar esta semana? ¿Hoy toca cenar hidratos? ¿O es que esta mañana ya han comido muchos hidratos? Y eso es lo que lleváis vosotras de manera casi exclusiva. Eso es lo que se llama carga mental”, explica claramente Soler.
Esa carga mental, sigue explicando, pesa porque las mujeres no solo tienen que llevar en la cabeza sus asuntos personales o de trabajo, sino toda esa coordinación y gestión doméstica. “Entonces, cuando tú llevas todo eso en la cabeza y de repente llega tan voluntariosamente tu marido y dice, ¿Qué es lo que hago?, ellas piensan: ¿Es que no tienes ojos?”, aclara este psicólogo.
“Está el cesto de la ropa sucia desbordado, pon la lavadora, que ya acabó la lavadora, recógela, tiéndela, que ya está tendida, dobla ropa, que la ropa ya está, ponte a preparar la cena si tienes hambre, que no sabes que vamos a cenar, que no sabes que toca bañar a los niños, que no sabes que a las 8 toca darle el antibiótico”, ejemplifica este especialista, para reclamar que “es necesaria una participación más activa” y no delegar en las mujeres toda esa coordinación y gestión doméstica.
“Eso os resta un espacio mental que es tremendo. Eso al final hace que vosotras acabéis con la cabeza como un bombo al final del día”, asegura Alberto Soler, en una reflexión que fue compartida por muchas mujeres en los comentarios. Y es que, como culmina este psicólogo en la descripción del vídeo, “no es solo hacer tareas, sino compartir la responsabilidad de la gestión doméstica”.

