Cuando se va a solicitar una pensión de jubilación al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es importante tener muy claro los requisitos que se exigen desde la administración pública para poder acceder a una prestación contributiva de jubilación. El más importante es, sin duda, el tiempo mínimo de cotización necesario como trabajador dado de alta en la institución pública, ya que sin esa cantidad de años acumulados solo podrá acceder a una pensión no contributiva. Algo que concede el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y que tiene una cantidad de dinero mucho menor que las habituales.
Pero no solo es importante tener años cotizados para poder acceder a la prestación contributiva de jubilación, sino que, en el caso de tener ya acumulados los 15 años mínimos necesarios, también puede tener otro destino. Puesto que el trabajador tiene la posibilidad de acceder a este servicio si desea aumentar la cuantía de pensión que va a cobrar desde el momento en el que abandone la actividad laboral hasta que fallezca.
Este mecanismo tiene una importancia capital de cara a la futura pensión de jubilación, ya que lo más habitual es que haya algún periodo en la vida de un trabajador en el que no haya cotizado. Todo ello debido a que haya sufrido un largo periodo de desempleo en el que agotó la prestación contributiva, es decir, el paro, o incluso que no haya cotizado lo suficiente como para ser beneficiario del propio paro del SEPE, lo que hace que deje de cotizar una vez termina la relación laboral con la empresa.
Cómo mejorar la pensión de jubilación
En el caso de que un trabajador tenga algún periodo en el que no haya cotizado y quiera hacerlo para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación o para mejorar la cuantía que va a cobrar tiene que llevarlo a cabo a través de una medida que ofrece el propio Instituto Nacional de la Seguridad Social. De una manera más concreta, se puede acceder a la conocida como ‘integración de lagunas’, algo que servirá para llevar a cabo esta tramitación de cara a prestación futura de la Seguridad Social.
Para poder acceder a esta integración de lagunas es necesario que aún no se haya accedido a la pensión de jubilación, sino que se está próximo a ella. Por ese mismo motivo, es importante conocer que para poder llevar a cabo esta integración es necesario pagar a la propia Seguridad Social las bases de cotización que se hayan dejado de cotizar como trabajador.
¿Cuánto dinero supone?
El Instituto Nacional de la Seguridad Social distingue dos tipos de cuantías económicas que el interesado debe abonar para cubrir los periodos de cotización. Este dato se distingue en función de la cantidad de bases que resten para que el futuro pensionista reciba una prestación contributiva de jubilación, quedando de la siguiente manera:
- Las primeras 48 bases de cotización: Se completa con la base mínima, que en 2022 es de 960,60 euros.
- Desde la base de cotización 49 en adelante: Se completa con la mitad de la base mínima, que en 2022 es de 480,3 euros.
Por lo que hay que prestar una atención especial, ya que supondrá algo a lo que los interesados deben hacer frente. Aunque lo cierto es que realmente está enfocado en aquellos trabajadores que no hayan acumulado los 15 años de cotización mínimos para cubrir una pensión contributiva de la Seguridad Social.
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