La cola del paro mundial será más larga en este 2022 que antes de la llegada de la pandemia de Covid-19. Concretamente, y en casi dos años, habrá aumentado en 21 millones de personas, llegando hasta los 207 millones. Un 11% más respecto al inicio del 2020, antes de la explosión de la crisis sanitaria y sus radicales consecuencias a nivel social, económico y laboral. La tasa de empleo mundial clausuró 2021 en un 55,9%, 1,4 puntos por debajo del nivel de 2019.
El desempleo a nivel mundial aumentará un 11%
Así se proyecta en el informe de Perspectivas Sociales y de Empleo en el Mundo para 2022, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y presentado este lunes, pero en el que no detallan datos específicos para España. En el mismo, además, se apunta que se destruirán 52 millones de puestos de trabajo a tiempo completo a causa del 2% de reducción de las horas efectivamente trabajadas en comparación con 2020.
"Las proyecciones hasta 2023 sugieren que seguirá siendo difícil conseguir la recuperación total del empleo. Todas las regiones se enfrentan a graves riesgos a la baja en cuanto a la recuperación de su mercado laboral, derivados de las repercusiones de la pandemia. Además, esta situación está alterando la estructura de los mercados de trabajo de tal manera que una vuelta a los niveles de referencia anteriores a la crisis podría ser insuficiente para compensar el daño que ha causado", detalla el documento.
La inflación, una piedra en el camino de la recuperación
"El aumento de los precios de los productos básicos y los bienes esenciales, cuando los mercados de trabajo aún tienen mucho camino que recorrer hasta recuperarse, reduce significativamente la renta disponible y, por tanto, incrementa el costo de la crisis", continúa justificando el informe, en relación a la desmesurada inflación derivada de los sobrecostes de las energías, que debilita aún más los ya de por sí frágiles mercados laborales.
Sin embargo, la OIT aboga por tratar de contener la inflación con las pertinentes medidas, como pudieran ser subidas salariales o traslado de costes a precios finales. Ya que, de persistir, los bancos endurecerían su política monetaria, afectando sobre todo a los colectivos más vulnerables.
Consecuencias en la brecha de género y la educación
La diferencia entre la empleabilidad masculina y femenina no aumentará en 2022, pero tampoco bajará. Aunque sí subraya que puede verse incrementada en aquellos países con rentas medias-altas, donde la tasa de empleo de las mujeres disminuya 1,8 puntos respecto a 2019, en comparación con los 1,6 puntos menos en el caso de los hombres. La tasa de empleo femenina presenta 16 puntos inferiores a la de los varones.
Además, finalizando, advierte de la degradación de la educación con las cuarentenas y aislamientos: "En muchos países, el cierre de escuelas, universidades y centros de formación profesional durante periodos prolongados ha minado los resultados del aprendizaje, lo que generará consecuencias en cadena a largo plazo en el empleo y la continuidad de la educación, así como en la formación de los jóvenes, en especial de aquellos que hayan tenido un acceso limitado o nulo a las oportunidades de aprendizaje en línea".
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