La Formación Profesional en “cuidados básicos en Enfermería” aprobada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, publicada el pasado 20 de enero de 2022 en el BOE dentro del catálogo de 49 nuevas titulaciones, no las tiene todas consigo en el sector sanitario. Se trata de una titulación que centra su actividad profesional en el área de servicios sociales, dedicada a la atención de necesidades sanitarias a personas mayores, con discapacidad o con enfermedades generadoras de dependencia en entidades de naturaleza pública o privadas.
El colectivo de enfermería teme que las residencias geriátricas utilicen esta nueva modalidad de estudios para abaratar los costes de personal, lo que conlleva directamente a precarizar las condiciones de trabajo. Lo cierto es que desde que se supo la noticia, las reacciones entre los sanitarios no se han hecho esperar. Y todo ello bajo en contexto de las condiciones laborales que denuncian jornadas interminables, encadenamiento uno tras otro de contratos temporales y la falta de personal en los hospitales públicos.
Lo que se hace aún más incipiente desde que se iniciara la crisis sanitaria a causa del coronavirus a principios de marzo de 2022. De hecho, el pasado 20 de enero ya anunciaron movilizaciones y huelgas de cara a solventarlo. Asociaciones y enfermeros critican esta nueva modalidad en FP en cuidados básicos de Enfermería impulsada por la ministra Pilar Alegría Continente y la han tachado de “inaceptable”. Así lo han señalado, por ejemplo, desde el Colegio de Enfermería de Sevilla que muestra su rechazo a la medida. Pero la cosa no acaba ahí. También se suma El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA).
El intrusismo que trae consigo la nueva FP en Enfermería: la queja del colectivo sanitario
Tanta es la indignación que el Sindicato de Enfermería Satse estudia impugnar el Real Decreto del Gobierno de España y denuncian “el intrusismo” en esta profesión, mientras que por otra parte el Ejecutivo pretende crear 20.000 nuevos puestos de trabajo con estas nuevas formaciones. Y es justo aquí cuando surge el quid de la cuestión.
El presidente del Colegio de Enfermería de Sevilla, Víctor Bohórquez Sánchez, ha señalado al respecto que no comprende “la finalidad de esta nueva titulación para un puesto al que las propias enfermeras, ya seamos generalistas o especialistas en Geriatría, podemos acceder, ya que tenemos méritos y experiencia para ello. Más allá de una FP, lo que necesitan las residencias son más profesionales sanitarios”.
Pero no son los únicos. El Grupo 40+ Iniciativa Enfermera, agrupación de trabajadores, ha mostrado su preocupación ante lo que puede suponer encargar tareas de superación de una atención completa a postulantes que tendrán “una formación inferior a la conveniente y con un enfoque administrativo”. En otras palabras, puede alejar el énfasis en los cuidados precisos para atender a personas mayores en situación de dependencia física y mental.
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