El debate sobre cuál es la etapa más feliz de la vida es un clásico. ¿Los mejores años son los de la infancia, la juventud, la madurez o los de la vejez? La nostalgia suele imponer su ley y la mayoría de personas tiende a mirar hacia atrás, convencidos de que la etapa más feliz ya forma parte del pasado.
Sin embargo, el psicólogo, Rafael Santandreu, desmonta este mito y pone el foco en la actitud, no en la edad. Según este experto, que cuenta con más de 200.000 seguidores en Instagram, la etapa más feliz de la vida no está marcada por el calendario, sino por el momento en que una persona decide cambiar su forma de pensar.
La felicidad no depende de idealizar el pasado
“La mejor etapa en la vida de una persona es cuando empieza a pensar correctamente, deja de quejarse y aprecia las cosas increíbles, mágicas e incluso espirituales que la rodean a cada instante”, sostiene Santandreu. El psicólogo insiste en que la felicidad no depende de volver a ser niño ni de idealizar el pasado: “Cuando decides hacer esto, cuando empiezas a hacerlo con intensidad y concentración, empieza a tener un efecto en tu mente. Ahí es cuando comienza la mejor etapa de la vida, mucho más feliz e intensa que cuando eras niño o adolescente”, asegura.
Así, el experto reta a dejar de mirar hacia atrás y a abandonar la resignación a través de un mensaje que cala especialmente entre quienes sienten que han perdido oportunidades o que viven con la presión de “haber llegado tarde” a la felicidad.
La clave, según su propuesta, está en la actitud con la que se afronta la vida y no en la edad o las circunstancias externas. No obstante, el psicólogo evita precisar qué barreras impiden a muchas personas dar ese salto mental.
Y aunque desde la comunidad científica no existe consenso sobre en qué etapa se alcanza mayor bienestar emocional, la propuesta de Santandreu encuentra un hueco entre quienes buscan una felicidad más anclada en el presente. Su mensaje, que se ha vuelto viral en las redes sociales, invita a dejar de esperar tiempos mejores y a reclamar la posibilidad de empezar “la mejor etapa” en cualquier momento, si se sabe mirar con otros ojos.