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Una trabajadora sin pelos en la lengua sobre las horas extra: “El horario de entrada lo tienen muy claro, pero el de salida no tanto. No trabajo para estar de 8:30 a 18:30 y me pagues como si fuera de 8:30 a 17:30”

La joven denuncia la normalización de las horas extra no pagadas y que la mayoría de las empresas no cumplan con la ley.

Una trabajadora sin pelos en la lengua sobre las horas extra
Una trabajadora sin pelos en la lengua sobre las horas extra |TikTok (@byreichels)
Icíar Carballo
Fecha de actualización:
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A pesar de las reformas normativas encaminadas a garantizar el registro de la jornada y evitar los abusos laborales, la realidad muestra que en numerosos sectores persisten prácticas que vulneran los derechos de los trabajadores. Cada semana se realizan millones de horas extra que no son remuneradas, una situación que se vincula con el deterioro del clima laboral, la salud mental y la conciliación.

Así lo ha denunciado una joven, a través de un vídeo publicado en su perfil de TikTok (@byreichels), en el que relata su experiencia durante varias entrevistas de trabajo en agencias, en las que la falta de claridad sobre el horario de salida y la normalización de las horas extra sin compensar, según asegura, es lo habitual. “Llevo varias entrevistas esta semana y en todas pasa lo mismo. Pregunto el horario, y el de entrada lo tienen muy claro, pero el de salida no lo tiene tan claro”, se queja.

Denuncia que las empresas tiren de horas extra en lugar de contratar más empleados

La joven sostiene que “en todas las entrevistas me están hablando de hora y media para adelante de horas extra porque hay mucho trabajo”, critica mientras defiende que la solución, en este caso, sería contratar más gente. “Si dices que hay muchísimo trabajo, quizás sea que te falte algún trabajador o no coger tantos clientes”, apunta.

Así, reivindica que las empresas normalicen esta práctica, hasta tal punto de quitarte tiempo de tu vida. “Lo más valioso es nuestro tiempo porque es lo único que no vuelve”, subraya, al tiempo que reclama la necesidad de respetar los límites legales y personales de la jornada.

“Ahí os quedáis. Yo trabajo para vivir”

Me arrepiento tanto de haber dedicado más horas que no me han pagado en una empresa que no es mía…”, reflexiona la joven acerca del tiempo que ha invertido a lo largo de su vida y que no ha sido recompensado. “Ahí os quedáis. Yo quiero una empresa en la que haya buen ambiente y se valore a las personas, y se entienda que las personas tienen su vida y que yo trabajo para vivir”, señala convencida de aspirar a un entorno laboral sano y respetuoso con el tiempo de los trabajadores.

“No trabajo para estar de 8:30 a 18:30 y me pagues encima como si fuera de 8:30 a 17:30”, reivindica. Asimismo, denuncia que “legalmente, la media hora de descanso entra dentro de las ocho horas. En realidad, tendría que ser siete horas y media y eso se lo pasan por alto casi todas”, añade.

El testimonio de la joven no ha pasado desapercibido y ha provocado una cascada de respuestas de otros trabajadores que se reconocen en la situación que describe. Así, el testimonio reabre el debate sobre el valor del tiempo, la salud mental y el modelo laboral hacia el que camina la sociedad.