Hay profesiones en las que siguen reinando los estereotipos, por mucho que se esté luchando para acabar con los mismos. Especialmente ocurre con lo que tradicionalmente se ha conocido como las profesiones de ‘oficios’, y es que aún hoy sorprende ver a una mujer electricista, albañil o fontanera. A pesar de que, actualmente, están siendo puestos muy bien remunerados debido a la escasez de mano de obra.
Alice Illidge pretende ser una de esas mujeres que allanen el camino y es que, con solo 28 años, lleva ya unos 12 años trabajando como fontanera. Natural de Reino Unido, primero hizo una FP en mantenimiento general del hogar y, al acabarla, siguiendo los consejos de su profesor, se especializó en fontanería, a pesar de los estereotipos de que esa era una profesión masculina.
En un principio, tras obtener el título (y formarse también en sistemas de calefacción), estuvo trabajando para una empresa, pero cuando su hija cumplió 3 años vio que su trabajo era incompatible con la crianza de la misma, siendo ella además madre soltera.
Tal como recoge el medio ‘The Sun’, su antiguo empleador “no pudo adaptarse a la flexibilidad que ella necesitaba” para compaginar su vida como madre con su trabajo como fontanera. Por ello, decidió montárselo por su cuenta.
Ser autónomo le ha permitido “ganar más dinero que nunca”
Alice decidió dejar de ser asalariada y montar su propia empresa, ‘Miss Plumbing & Heating’, convirtiéndose rápidamente en “la fontanera local” de Watford, donde reside. Esta decisión, como asegura al citado medio, le ha permitido “ganar más dinero que nunca haciendo un trabajo que ninguna mujer quiere”, intentando ser un ejemplo para el sector femenino.
“Quiero que otras mujeres sepan que, aunque la fontanería sea un sector dominado por los hombres, hay muchas oportunidades para las mujeres”, explicó, al tiempo que les pedía que “no dejes que los estereotipos te impidan dedicarte a lo que te apasiona”.
Incluso, puede ser una ventaja, y es que Alice cuenta que muchos de sus clientes son mujeres y personas mayores que “agradecen poder llamar a una fontanera”. Ahora, reconoce que hay clientes que, al principio, no le toman en serio: “¿dónde está el fontanero?”, le preguntan al llegar, asegurando que algunos han puesto en duda sus habilidades.
“Como mujer fontanera, he tenido que lidiar con muchos comentarios sexistas”, añade al respecto, reiterando que “solían preguntarme dónde estaba el fontanero cuando me presentaba a los trabajos”.
Flexibilidad para establecer su propio horario
Esta fontanera asegura que le encanta “la independencia que me da trabajar por mi cuenta”. Según cuenta, utiliza la aplicación ‘Nextdoor’ para gestionar su negocio, “de modo que mis clientes puedan encontrarme fácilmente y recomendarme a sus amigos, lo que me da flexibilidad para establecer mi propio horario y pasar más tiempo con mi hija”.
Asimismo, Alice se muestra “muy agradecida de que, gracias al apoyo de mi comunidad, haya podido trabajar con otras fontaneras, formar e inspirar a otras mujeres”. Por último, concluye que “la satisfacción que le produce poder hacer el trabajo que le gusta en sus propios términos no tiene precio”.
