El verano es sinónimo de trabajo, especialmente para los sectores hosteleros y turísticos de España. Y aún es más fácil conseguir un puesto de trabajo en la Costa del Sol, en la turística provincia de Málaga. Sin embargo, a día de hoy, faltan trabajadores para ocupar cientos de puestos vacantes en hoteles, bares, restaurantes, clubes de playa y chiringuitos. Especialmente las empresas de la costa del litoral malagueño buscan contratar a camareros, cocineros, ayudantes de cocinero, camareras de piso y personal de mantenimiento. Aunque sin suerte.
Todo ello bajo el paraguas de la tasa de desempleo para el mes de junio, que ha descendido en toda España, excepto en Andalucía. En esta región suma más de 6.300 personas directas a las colas del paro. Entonces, ¿por qué no hay candidatos dispuestos a trabajar en esta comunidad autónoma? La patronal hotelera habla de “mil vacantes” que está “costando mucho cubrir”, según las palabras de su vicepresidente ejecutivo Javier Herández.
Ahora bien, llegados a este punto conviene poner las cartas sobre la mesa. En mayo, la hostelería ya tenía en alta a más de 92.000 trabajadores por cuenta ajena y propia solo en Málaga, lo que supone la cifra más alta frente al mismo mes de 2018 y 2019, justo antes de la pandemia. Y es que el sector del turismo espera romper récord ahora que el Gobierno ha relajado las medidas sanitarias, a expensas de la séptima ola de contagios que ya se asoma en los hospitales. El número de reservas con una antelación máxima de tres meses ha aumentado hasta el 81,48%, frente al 43,50% de antes de la pandemia.
Empleo en hostelería: de la precariedad laboral a la necesidad de trabajar
La cara y la cruz de la moneda. Los hoteleros defienden el convenio colectivo existente como “uno de los mejores de España”, sin embargo, los empleados que han pasado por la experiencia de tener que trabajar de cara al público en áreas como la restauración, denuncian la precariedad laboral. ¿Qué hay de cierto en cada una de las posturas?
“No todos cumplen con lo que está pactado, no se pagan horas extras ni los festivos. Muchos sitios son una auténtica selva. Ese es un problema importante que hace que la gente joven acabe optando por buscar trabajo en otros sectores, como la construcción o el comercio”, explica Lola Villaba, secretaria general de Servicios de Comisiones Obreras para ‘El Español’.
¿Y qué hay de los contratos? Si bien no todos los empleadores se comportan del mismo modo, Villalba advierte de la existencia de negocios que hacen contratos de dos o cuatro horas cuando la jornada del trabajador se extiende a 12. A todo ello se le suma que muchos empleados quieren conciliar la vida familiar y laboral, aunque sin éxito.
¿Qué hay de los aspirantes que optan desde otra provincia? Misión imposible en lugares como Tarifa, Ibiza, Alicante, Barcelona o Conil. “No puede venir porque el alquiler de una vivienda en la Costa del Sol se ha convertido en algo insostenible para personal base”, subrayan desde la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos). Además, apuntan que los mayores problemas se detectan en zonas como Nerja, Estepona, Marbella y la Axarquía.
Falta de formación
Parece impensable la posibilidad de que este colectivo de profesionales tengan los fines de semana libre y poder descansar los festivos. Frente a esta postura, otro factor que entra en juego para los empresarios tiene que ver con la dificultad de contratar debido a la falta de formación. Pero hay que ir un paso más allá.
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