El sector transporte necesita relevo generacional. Son 6.000 puestos de conductores de autobús los que tienen que cubrir las empresas de transporte de viajeros, que se enfrentan a una demanda muy alta de estos profesionales. Las estimaciones provienen de la Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus) y la Asociación Nacional de Empresarios de Transportes en Autocares (Anetra), que alertan de un peligroso desinterés por ocupar estas posiciones.
¿De dónde viene esta carencia? En primer lugar, el sector está estrechamente relacionado con el turismo y el ocio, lo que exige unas condiciones laborales, de primeras, poco interesantes para los jóvenes. Por ejemplo, dependiendo del servicio, se tiene que trabajar durante los fines de semana y días festivos.
La segunda clave es la necesidad de actualizar los sueldos. Actualmente, un chófer gana entre 1.600 y 2.300 euros mensuales, dependiendo del convenio, según datos de Confebus. Anetra, por su parte, estima que el salario oscila entre 1.500 y 3.000 euros al mes, en función de la ciudad donde se trabaje y el tipo de servicio (urbano, turístico, interurbano, largo recorrido…). Pero a esto también se suma un tercer punto de gran importancia: la formación requerida.
Qué se necesita para ser conductor de autobús
Para trabajar como conductor de autobús, se necesita contar con el permiso de circulación D, que ahora ya se puede obtener con 21 años. También se exige disponer del Certificado de Aptitud Profesional (CAP), obligatorio para la conducción de vehículos pesados. Se trata de una formación presencial homologada por la Unión Europea, por lo que cierra la puerta a la contratación de profesionales de otros países extranjeros, al contrario de lo que ocurre en otros sectores profesionales. A esto se le une su precio, ya que la inversión total supera los 1.500 euros y puede acercarse a los 4.000.
Falta de relevo generacional
Los anteriores obstáculos llevan a un grave problema: la falta de relevo generacional. La media de edad de los empleados actuales del sector es de 49 años, mientras que el 30% supera los 55 años. Solo un 2% de los chóferes tienen menos de 5 años y apenas el 4% son extranjeros, aunque sí hay un dato ‘esperanzador’: el 12% son mujeres, siendo uno de los porcentajes más altos de Europa.
Desde Confebus, apuntan que durante mucho tiempo el servicio militar obligatorio, más conocido como la ‘mili’, era una cantera importante de estos profesionales. Durante la misma, se daba la opción de obtener este permiso de conducir, por lo que al salir podías encontrar trabajo directamente.
En conjunto, estas circunstancias han provocado que incluso algunas empresas tengan que rechazar trabajo por falta de profesionales. Especialmente la demanda se produce en el transporte discrecional (servicio privado y turístico), donde no hay horarios, y que coincide además con el hecho de que este verano se espera récord de turistas en las localidades del litoral español. La mejora de las condiciones laborales será clave para atraer al talento joven y cubrir esta falta de conductores en toda España.
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