Ni la reducción de jornada a 37,5 horas a la semana impulsada por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ni la jornada laboral de cuatro días que ya han probado en países como Alemania y Reino Unido. La tendencia ahora es trabajar con jornadas de hasta 12 horas diarias, seis días a la semana, una medida que se ha popularizado en China y en Silicon Valley (San Francisco, Estados Unidos) y que se conoce como el modelo ‘996’: “Las semanas de cuatro días no funcionan, trabajamos de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana”.
Así lo han explicado los dos emprendedores Sahil Dhingra y Roei Samuel, impulsores de startups relacionadas con la Inteligencia Artificial (IA) en Inglaterra. En una entrevista para el diario Telegraph han explicado que las jornadas de trabajo que deben realizar sus empleados son de 12 horas diarias, seis días por semana. “Creemos en el concepto 996, que nació en China y que ahora se ha extendido por muchos países. En Europa van en la dirección contraria apostando por semanas laborales de cuatro días”.
Para ellos, “no es raro que estos países nos dominen, laboralmente hablando”, asegura Dhingra que es fundador de DeepReel. Su plantilla trabaja cinco días y medio a la semana aunque reconoce que podría imponerse un régimen aún más estricto.
“Nunca me jubilaré, porque nunca he contribuido a una pensión”
Samuel tiene claro que, al haber elegido este tipo de vida, el de emprender y convertirse en dueño de su propia empresa, tiene muchas ventajas pero también inconvenientes. “Me he perdido bodas, cumpleaños y nacimientos, al final te quedas sólo con los pocos amigos que te entienden y se quedan contigo”.
Sobre las cotizaciones para poder cobrar su pensión de jubilación cuando llegue a la edad, en la entrevista es claro. “No voy a tener pensión de jubilación porque nunca me podré jubilar. Planeo usar la tecnología para resolver los problemas que pueda tener en el futuro”.
En Reino Unido existe una gran competencia entre las empresas que se dedican al sector de la tecnología. “Estamos continuamente presionados para innovar”, “siempre vamos por delante pero tenemos miedo de que alguien nos alcance”, señala el fundador de la marca Connectd que genera unos 13 millones de facturación al año.
“Si pudiera abrir la oficina los siete días a la semana, estaría allí los sábados y domingos”
A sus 38 años, Dhingra se impone horarios muy estrictos, más aún que los de sus trabajadores. Aunque reconoce que dedica buena parte de la mañana a meditar, el resto del tiempo, cualquiera de sus actividades está relacionada con su trabajo como impulsor de la IA. “Si pudiera abrir mi oficina los fines de semana, estaría allí también los sábados y domingos”.
“No puedo socializar, a veces invito a mis amigos, pero tiene que ser en el trabajo… y poco más. Además, he decidido retrasar la paternidad para evitar distracciones”.
Basa su filosofía en el lema de que todo lo que hay, todo lo que se usa, lo ha hecho alguien. “Y yo quiero ser esa persona”.
“Conciliar cuando eres responsable de una empresa de IA no es sencillo”
Uno de los CEO de la competencia, Harry Molyneux (fundador de Build AI) ha explicado al diario antes mencionado que ha aprendido a organizar su agenda de trabajo en función de las necesidades de su familia. “Conseguir el equilibrio entre una empresa de este sector y la familia no es fácil. Siempre que estoy con mis hijos, intento que sea al 100%”.
Comienza su jornada laboral a las seis de la mañana y por las noches trabaja, ya que el resto del día prefiere pasarlo con su familia.
Es un modo diferente de entender la conciliación pero sobre todo, la salud mental ya que en muchos casos, los emprendedores se ven obligados a elegir. Ahora, lo interesante es ver cómo este modelo de trabajo llevado al límite podría mantenerse sin un coste excesivo para la vida personal.
