Publican una oferta de trabajo de camarero y le marean para no decirle las condiciones: “luego a ver cómo lo hacemos”

No es de extrañar cuando en una oferta de trabajo piden más de 40 horas, ofrecen un día de descanso a la semana y el sueldo no llega al Salario Mínimo Interprofesional, siempre que hablamos del sector de la hostelería. 

Esta vez, la cuenta @soycamarero ha publicado en su red social ‘X’ una conversación entre el solicitante del trabajo, que quería saber más información para acceder al puesto, y el hostelero. Pero la reacción de este último no era como la camarera se esperaba: además de no entender su forma de expresarse, evita hablar de las condiciones de la oferta.

La camarera no entiende nada

La postulante abre la conversación de la oferta de trabajo publicada mandando su CV, a lo que el empleador le ofrece realizar una prueba directamente. “Antes de hacer la prueba, me gustaría saber las condiciones”, responde. 

Unas condiciones que pasaban por trabajar seis días a la semana, 7 horas y media al día más el tiempo de limpieza de cocina tras finalizar el servicio, y con un solo día de descanso semanal. Es decir, una oferta que supera las 40 horas semanales establecidas por la ley. 

Ante la irracional oferta de trabajo, la camarera le pregunta si el sexto día trabajado se paga, pero, para su sorpresa, el empleador empieza a esquivar sus preguntas y le contesta que se trata de “una marisquería”, que todavía “no está abierta”, que a mediodía “no hay gente” y que todavía no sabe, además de invitarle a conocer su otro local, un bar de sushi.

Aquí tenéis el estudio que piden al gobierno para saber el motivo de la falta de personal... pic.twitter.com/g5ZvJT8lPX

— Soy Camarero (@soycamarero) July 2, 2024

Mientras ella insiste en conocer las condiciones del trabajo y del contrato, el hostelero le dice que no abre hasta el 9 de julio y que “luego a ver cómo lo hacemos”. Tras otra respuesta sin sentido, la camarera reitera: “aunque lo abras el día 9, ¿sabrás el tipo de contrato que harás y demás, no?”

Pero, de nuevo, el hostelero se va por las ramas. Ella, tratando de comprender lo que pretende el empleador, le comunica que es incapaz de entenderle, y este termina la conversación diciendo que está “muy liado”, que no puede hablar más y que si quiere saber más información que vaya al local. Una conversación que, tras el hartazgo de la camarera, concluye: “veo que no quieres explicarme nada”.