Nueva fecha decisiva para reducir la jornada laboral: ¿se conseguirán pronto las 37,5 horas?

El Ministerio de Trabajo no logró cerrar un acuerdo para reducir la jornada laboral antes de las vacaciones. Sin embargo, no todo fue negativo, ya que, en palabras del Secretario de Estado de esta cartera, Joaquín Pérez Rey, sí que hubo un tono “constructivo” por parte de los empresarios, que se comprometieron a estudiar “seriamente” la propuesta realizada. 

Ahora, en la rueda posterior a los datos de paro de julio, Pérez Rey ha añadido que ven posible “acercar posiciones” en la próxima reunión con los agentes sociales, que ya tiene la fecha fijada. Esta tendrá lugar el próximo lunes 9 de septiembre, convirtiéndose en la nueva cita clave para cerrar el acuerdo, sobre todo teniendo en cuenta que los sindicatos anunciaron movilizaciones durante este mes para “animar” a las patronales. 

Así pues, dependiendo de lo acordado en esta reunión, estas podrían llegar a producirse o no, motivo por el que también podría ser decisiva. “Tengo confianza en que en esa mesa del 9 de septiembre finalmente podamos acercar posiciones”, ha expuesto la mano derecha de Yolanda Díaz, a la vez que ha pedido a la patronal “hacer une esfuerzo” para reducir la jornada laboral de las 40 horas actuales a las 37,5 horas, como “reclama el conjunto de la ciudadanía”.

Adaptación paulatina de la jornada de 37,5 horas

La distribución irregular de la jornada de trabajo es una de las medidas que ha ofrecido Trabajo para sumar a la patronal acuerdo, que pedía más flexibilidad. En este sentido también se ha manifestado Pérez Rey, defendiendo que el Gobierno “lejos de ser inflexible”, está trabajando todas las opciones que tiene a su disposición para permitir las empresas puedan adaptarse paulatinamente a esta nueva jornada. 

Sobre esta flexibilidad, los empresarios apelaban a la negociación colectiva, a lo que el secretario de Estado, al frente de las negociaciones, respondió que la mayoría de los convenios van a perder vigencia entre 2024 y 2025, por lo que, “está claro que durante esos dos años, la flexibilidad suficiente que vamos a incorporar a la reducción de jornada va a permitir, además, una reclamación de la propia patronal, que los convenios colectivos puedan ya negociarse con las nuevas condiciones y no haya una afectación a los que están vigentes”. 

Sin embargo, los sindicatos han lanzado un aviso sobre esta cuestión. Aunque están dispuestos a flexibilizar la reducción de jornada en determinados sectores, defienden que no se puede perder el objetivo de reducirla hasta las 37,5 horas semanales: “No queremos llevar ningún sector al año 26 o 27 sin que noten, aunque sea mínimamente, que esto ya está en vigor. Nos parecería injusto y discriminatorio con otros sectores”.

En relación con la flexibilidad, la primera medida que puso Trabajo sobre la mesa consiste en ampliar los márgenes para la distribución irregular de la jornada. Actualmente, las empresas puedan distribuir de manera irregular un 10% del tiempo de trabajo de sus trabajadores, pudiendo hacer que estos trabajen más durante un determinado periodo y compensarles más adelante.

La propuesta del departamento de Díaz es que estas puedan seguir acogiéndose a ese 10% teniendo como referencia “la jornada anual que tuvieran en el momento de la entrada en vigor de esta norma”, y no la nueva de 37,5 horas. De ese modo, podrían contar con todo 2025 para aplicar la nueva jornada laboral.

Parámetros establecidos para transcribir el acuerdo

El Secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, también explicó que la última reunión para la reducción de la jornada laboral sirvió para consolidar los “parámetros” por los que debe transcribir el acuerdo, que además de las 37,5 horas, son la reforma del registro horario y el refuerzo del derecho a la desconexión digital.