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La mitad de los trabajadores falta al trabajo y el 33% se ausenta sin baja

Las citas médicas y los problemas de salud son las causas habituales para faltar al trabajo, aunque el cuidado de familia y allegados supone el 24%.

Una sala de espera de un centro de salud
Una sala de espera de un centro de salud |EFE
Ana Cara
Fecha de actualización:
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Una de las principales preocupaciones para las empresas españolas es el auge del absentismo laboral, las ausencias de los trabajadores en su puesto, ya sea con y sin baja médica, que impacta directamente en la productividad, la organización y los costes de las mismas. En pleno debate sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y la intención de ampliar el permiso de fallecimiento, inciden en la eficiencia y el bienestar en el trabajo. 

1 de cada 3 compañías (35%) ha notado un aumento respecto al año anterior, según indica InfoJobs en el Barómetro de preocupaciones de las empresas. De hecho, lo sitúan en cuarta posición en el ranking de sus inquietudes, solo por detrás de la falta de talento cualificado, las dificultades para retenerlo y la desmotivación de la plantilla. 

Ahora, en su informe sobre absentismo laboral, el portal de empleo español, revela que casi la mitad de la población ocupada (49%) se ha ausentado del trabajo en el último año, con o sin baja médica. El dato sube 10 puntos porcentuales respecto a la última consulta del año 2022, a causa, sobre todo, del aumento de las ausencias sin justificación que pasan del 20% al 33%. Un 25% lo ha hecho con baja laboral (24% hace tres años).  

Principal causa: bienestar emocional 

El absentismo laboral guarda una fuerte relación con la salud mental y la calidad de vida. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) advierte que los trastornos mentales son ya la segunda causa de incapacidad temporal (IT) en España y subraya la necesidad de actuar sobre las condiciones organizativas. Según InfoJobs, el 85% de faltas por esta causa tiene origen laboral, y el 42% de los afectados apunta al trabajo como causa exclusiva de su malestar. El porcentaje aumenta al 50% en los casos con baja médica y es del 33% lo hace sin ella, lo que refleja la incidencia del entorno profesional incluso en problemas de menor gravedad.

Estas cifras evidencian el peso de las condiciones laborales sobre el bienestar psicológico y la continuidad en el empleo. Un 20% de quienes se ausentaron no lo comunicó en el trabajo, mostrando la falta de visibilidad y las barreras existentes. Por parte de las empresas, los principales retos identificados son la dificultad para distinguir cuándo es justificado (32%), la falta de transparencia en los motivos (27%) y la escasa comunicación interna (20%). 

Preocupa cómo mantener la productividad 

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, aun sin aprobar, genera gran interés entre los trabajadores. El informe revela que el 64% cree que mejoraría la conciliación, el 58% la satisfacción laboral y el 59% la salud mental. Sin embargo, un 56% considera que el absentismo no cambiaría con la medida

Entre los retos, el 20% teme un empeoramiento en la organización y el 28% anticipa más carga de trabajo, sobre todo en equipos con coordinación compleja. Para las empresas, la principal preocupación asociada a la reducción de jornada es cómo mantener la productividad (42%), por encima de otros factores.

Radiografía del perfil 

El análisis muestra diferencias significativas: las mujeres presentan una incidencia más alta, con el 50% de ausencia total y un mayor porcentaje de certificados médicos (28% frente al 25% general). Por edad, el tramo que más se ausenta es el de 45 a 54 años, que registra un 51% total y un 36% que lo hace sin; el que menos, el grupo de 55 a 65 años. Por comunidades autónomas, el País Vasco ostenta el mayor nivel de absentismo: un 52% respecto al total y un 31% ha estado de baja. Y según el modelo laboral, los presenciales alcanzan un 49% del total, con un 27%; los teletrabajadores se sitúan en el 50%, con un 38% que no ha solicitado la incapacidad. 

Sin embargo, hay dos que destacan sobre el resto: los autónomos, porque son los que muestran una menor incidencia de este tipo, sobre todo en la baja ‘formal’ (solo un 15%); y los cuidadores, por el peso elevado de ausencias ‘informales’, es decir, que no la han cogido (49%), muy superior al resto. 

La justificación: los cuidados

Uno de los factores para no acudir al trabajo tiene relación con el cuidado a un familiar o allegado, que implica el cuarto motivo más mencionado para hacerlo (24%). El peso creciente en las responsabilidades de cuidado supone un reto en el equilibrio entre vida personal y laboral. Aunque las tres razones más recurrentes tienen que ver con la salud: acudir a una cita médica encabeza la lista (49%); problemas puntuales —como resfriados, dolores o malestares menstruales (30%)—, y los temporales, como una fractura o una intervención, que requieren un período de recuperación (29%).

En relación al perfil del cuidador, los principales motivos que destacan lo hacen en el siguiente orden: por cuidado de familiar o allegado (48%, el doble que el dato general); acudir a una cita médica (54%) y los problemas de salud mental (17%), todos ellos con una incidencia sensiblemente mayor que en el conjunto de la población ocupada. 

Asignaturas pendientes 

Los resultados del estudio confirman que el absentismo se consolida como un fenómeno estructural con múltiples causas, que van desde los problemas físicos y mentales hasta las dificultades de conciliación y organización del trabajo. 

La salud mental y las responsabilidades de cuidado emergen con fuerza como factores determinantes, mientras que la reducción de la jornada laboral se percibe, en términos generales, como una oportunidad para aliviar algunas de estas tensiones y favorecer el bienestar de los empleados.