¿Hasta cuándo hay que aguantar a las personas tóxicas en el trabajo? Gina Ulldemolins, psicóloga clínica, ha explicado en sus redes sociales que la paciencia no siempre es una virtud, y mucho menos cuando lo que tienes delante es a una persona que “te está literalmente jodiendo la vida cada día”.
“En el trabajo hay gente mala y parece que tengamos que normalizarlo”, empieza Ulldemolins en un vídeo que se ha hecho viral entre miles de usuarios que, al parecer, no pueden más con el habitual “ten paciencia”. Para la psicóloga, ese consejo tan manido no solo no ayuda, sino que puede ser parte del problema: “Cuando dices que te sientes mal porque una persona te amarga la vida, te dicen que hay que tener paciencia. Pero, ¿en qué momento normalizamos que eso signifique aguantar un maltrato diario?”, denuncia.
La solución: mandar a la mierda (emocionalmente)
La mejor forma de actuar es clara y, sobre todo, liberadora: “No hay que tener paciencia. Hay que aprender a mandar a la mierda a este tipo de personas”. Eso sí, aclara que no se trata de montar un escándalo en la oficina, sino de hacerlo “emocionalmente”, es decir, poner límites claros y no permitir que quien te trata mal se crea con derecho a hacerlo.
“El trabajo es un lugar donde estamos muchísimas horas al día y no tenemos que normalizar que nos traten así”, insiste Ulldemolins. Según su experiencia, la paciencia mal entendida es lo que hace que mucha gente acabe en terapia: “Ellos se nutren de nuestra paciencia. Al final, la paciencia significa que me tengo que callar y aguantar. En cambio, mandar a la mierda significa que puedo defenderme, que puedo decir, que puedo soltar”.
Su mensaje ha tocado una fibra sensible en redes, donde los comentarios no dejan lugar a dudas. Son pocos los que no han tenido alguna vez un compañero o jefe tóxico. “Cuando te quejas o respondes, te machacan más. No sé cuál es la solución, yo sufro moobing por parte de un compañero y mi jefe lo sabe, pero ahí está”, expone una seguidora.
“A mí una encargada me hacía la vida imposible sin motivos”, “estuve 5 años en un trabajo lleno de gente mala, ahora en otro sitio gano menos, pero estoy mejor”, “yo he sido víctima de acoso laboral”, son otros de los comentarios que se pueden leer en el vídeo. Y todo esto, como dice Gina, “no hay que normalizarlo, ni aguantarlo, ni tener paciencia infinita”. A veces, lo más sano es poner un límite y empezar a vivir mejor.

