El Consejo de Ministros aprobó este martes la tramitación urgente del proyecto de Real Decreto para el nuevo registro de jornada, tal y como venía avisando Yolanda Díaz, y la reacción de los empresarios no ha tardado en llegar. Esta medida, inicialmente, estaba incluida en el proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral pero, como cayó en el Congreso (al no tener los apoyos suficientes), el Ministerio de Trabajo la va a sacar por separado vía real decreto.
Un movimiento que se ha realizado entre varios rifirrafes por parte de la ministra Yolanda Díaz y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, cuya relación se ha vuelto más tensa a raíz del proyecto de la rebaja de jornada hasta las 37,5 horas. A los mismos ha hecho hoy mención Garamendi, cargando contra Díaz por los “insultos, ataques directos y descalificaciones personales” que afirma ha vertido sobre él las últimas semanas.
“Es triste ver a una persona al frente del Ministerio que sus razones son, muchas veces, insultos y descalificaciones personales”, ha matizado en declaraciones a Telecinco. “Lo que no puede ser cuando defiendes unas posiciones, es este manual de libro de algún régimen previo a la caída al muro de Berlín, donde cuando alguien te dice que no está conforme contigo, intentas descalificarle en lo personal. Yo no voy a entrar en eso, pero no estoy acostumbrado a que directamente sean ataques directos, personales, contra mí y otra gente. No tienen sentido y realmente así alguien no gana espacios”, ha añadido al respecto.
Una de esas acusaciones, lanzadas por Díaz, es que la patronal se niegue a reducir la jornada cuando su representante, Garamendi, no ha trabajado 40 horas semanales en su vida: “Y también ha dicho que soy un machista”, ha apostillado este en respuesta.
Acusa a Yolanda Díaz de “inventarse” normas
El presidente de la CEOE también ha acusado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de “inventarse” normas, como el reglamento del registro horario, cuando el Parlamento rechaza sus medidas.
“El Parlamento es la representatividad del pueblo español. Cuando el Parlamento decide algo y me gusta, el Parlamento es una maravilla, pero cuando el Parlamento decide algo y no me gusta, a la tarde digo, voy a tirar yo pa’lante y me invento normas, como va a pasar ahora con el tema del control horario. Me invento reglamentos, que le llamo reales decretos, que están fuera del Parlamento, que se parecen también a los previos a la democracia española, es decir, que se parecen a los tiempos antiguos, que eran reglamentos laborales, pues también de regímenes autoritarios”, ha manifestado.
Profundizando en esta medida, la reforma del registro horario, Garamendi ha declarado que se debería llevar al diálogo social: “Creo que esas formas huecas, vastas, de todo tipo, yo creo que no son propias de donde deberíamos estar, que es charlar, hablar y se puede compartir o no, pero tenemos nuestra posición”. La posición de Trabajo y los sindicatos (CCOO y UGT) es que esta cuestión ya se debatió durante meses en el proyecto de la reducción de jornada.
Reforma de los despidos: “no nos han consultado ni nos van a consultar”
Antonio Garamendi, preguntado por la reforma del despido improcedente (cuya mesa de negociación está prevista para este octubre), ha asegurado que “no nos han consultado ni nos van a consultar” y que “genera otra situación muy incómoda”. Sobre esto, ha precisado que “el Tribunal Supremo nos ha dado la razón en este tema, pero les da igual” y es que “genera una inseguridad jurídica brutal, especialmente a las pequeñas empresas”.
“Creo que hay que dejarse de demagogias, de ideologías, y sentarse en el día a día a trabajar las cosas de una forma ordenada, insisto, y nosotros llegamos a acuerdos, hemos llegado a 16 o 17 acuerdos, acordamos con los sindicatos el acuerdo nacional de convenios, que estamos pagando (salarios) por encima del IPC. Ahora, eso sí, el Estado ha metido unas cargas sociales en la Seguridad Social, en los costes, de tal manera que todo lo que pagan las empresas se lo lleva el Estado, no se lo lleva en el bolsillo la persona. La gente dice quiero más salario, claro, pero el problema es que en ese gap de salarios se lo ha llevado el Estado”, ha concluido el representante de los empresarios.

