El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha declarado procedente el despido disciplinario de un agente de rampa de Ryanair que dio positivo en cannabis durante un control de seguridad realizado por la Guardia Civil en el aeropuerto. A pesar de la ausencia de síntomas manifiestos, la justicia considera que se trata de una transgresión de la buena fe contractual y un incumplimiento de las normas de seguridad esenciales de su puesto de trabajo, como ya hizo en un caso similar en Baleares.
El empleado en cuestión, tal y como se recoge en la sentencia 000919/2025, trabajaba como agente de rampa desde octubre de 2009, con un contrato indefinido a jornada completa por un salario de 2.176,30 euros brutos mensuales. El 14 de febrero de 2023, por la mañana, la Guardia Civil realizó un control de alcoholemia y drogas en el acceso de trabajadores al aeropuerto, dando positivo el trabajador en cannabis.
A raíz de los hechos, AENA comunicó a Ryanair una denuncia por incumplimiento de la normativa de seguridad en plataforma, lo que conllevaba la retirada de la acreditación personal del empleado y su Permiso de Conducción Aeroportuaria (PCA) por 90 días. En este sentido, la normativa de seguridad de AENA prohíbe conducir o permanecer en la zona aeroportuaria de seguridad operacional bajo los efectos de las drogas, considerando estar bajo efectos si se supera el límite inferior establecido en el reglamento general de circulación.
Por estos hechos, la aerolínea irlandesa le comunicó en abril de 2023 su despido disciplinario por indisciplina, desobediencia, incumplimiento de órdenes, deslealtad, transgresión de la buena fe contractual y abuso de confianza. No conforme, el trabajador decidió impugnarlo, pero el Juzgado de lo Social N.º 5 de Las Palmas de Gran Canaria desestimó su demanda y declaró el despido procedente.
El TSJ de Canarias ratifica la procedencia del despido
Disconforme con la sentencia, el trabajador presentó un recurso de suplicación en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, alegando que no presentaba síntomas de intoxicación (de hecho, trabajó con normalidad varios días después del suceso con el consentimiento de la empresa) y que desconocía tanto la normativa de Azul Handling (que gestiona el personal de tierra de Ryanair) como la de AENA en las que se prohíbe estar afectado por drogas o alcohol durante el desempeño de las funciones.
No obstante, el tribunal ha desestimado nuevamente su recurso, confirmando la procedencia del despido disciplinario. Como principal argumento, señalaron que “un agente de rampa (de aeropuerto) no desarrolla funciones administrativas o de escaso riesgo, sino que opera en un entorno de máxima peligrosidad donde cualquier error puede tener consecuencias catastróficas”, lo que exige un cumplimiento escrupuloso de las normas.
El TSJ de Canarias ha rechazado las alegaciones del trabajador en referencia a su antigüedad o el hecho de que no presentara síntomas manifiestos de estar bajo los efectos de sustancias tóxicas: “La conducción de vehículos en pista, la proximidad a aeronaves en movimiento, el manejo de equipajes que pueden contener mercancías peligrosas, todo ello exige un cumplimiento escrupuloso de las normas de seguridad que el trabajador vulneró al presentarse con cannabinoides en su organismo”, concluyeron en su fallo.
