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Cristina Simón, limpiadora: “me acusó de robar 40 euros de la hucha del niño y al final supe que había sido su marido”

La tiktoker conocida por su cuenta ‘La fregona de Cris’ ha publicado un vídeo en el que cuenta anécdotas que ha vivido trabajando como limpiadora.

La limpiadora Cris Simón
Cristina Simón, limpiadora: “me acusó de robar 40 euros de la hucha del niño y al final supe que había sido su marido” |@lafregonadecris
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:
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Cristina Simón, limpiadora con más de 700.000 seguidores en su cuenta @lafregonadecris, ha publicado varios vídeos explicando cómo el el día a día de una profesional de la limpieza, pero hay uno en concreto que ha provocado muchos comentarios, y en la mayoría, de seguidores indignados. Se trata de una versión del conocido ‘Y aún así me quedé’ que popularizó la atleta Ana Peleteiro, pero, como explica Cris en este caso es “versión limpieza”.

Para empezar, avisa de que cada uno de los casos “está basados en hechos reales” y en su testimonio hay de todo. Desde acusaciones de robo por parte de la dueña de la casa a misiones de limpieza imposibles, como dejar impecable una casa de más de 100 metros cuadrados en dos horas. Al inicio de su vídeo, de poco más de un minuto, señala que la persona que la llamó para limpiar su vivienda no quería darla de alta en la Seguridad Social pero que, “por necesidad, me quedé”.

También cuenta que la persona para la que trabajaba “dejaba trampas por toda la casa a pesar de llevar años trabajando juntas para ver si había limpiado”. Denuncia que, en dos horas, debía terminar una casa de 100 metros “incluida la plancha”.

Aunque cuando peor lo pasó fue cuando la acusaron de “robar 40 euros de la hucha de su hijo, y con el tiempo me enteré de que había sido su marido el que había cogido el dinero, y aún así, sin pedirme perdón, me quedé”.

“Después de dos años trabajando jamás me llamó por mi nombre”

La empleada de hogar recuerda un momento que le molestó especialmente. Y es que, después de llevar bastante tiempo en la misma casa, “no me llamó por mi nombre, me chistaba o me llamaba niña”.

Y otra de las cosas por las que se ha visto obligada a grabar este vídeo, es para denunciar que “me dejaba a su hijo mientras limpiaba sin ser mi responsabilidad y tampoco pagarme por ello. También me revisaba el bolso después de cada servicio, y aún así me quedé porque soy pobre pero honrada”.

Una afirmación que reafirma con lo que explica a continuación “me regateaba el precio de la hora constantemente”, aunque “me descontaba el tiempo en que me paraba a beber agua”.

“Me dejaba los preservativos usados en la mesita de noche, no me pagaba y me seguía pidiendo servicios de limpieza… y la deuda se quedó pero Cris jamás volvió”.

“Me hacía limpiar arrodillada, no estaba dada de alta… y me quedé”

Una de sus seguidoras, María Candelaria, recuerda que en su caso “me hacía limpiar arrodillada, durante cuatro años y aún así me quedé, sin darme de alta ni nada”. Otera apunta que “me quedé infinidad de veces en 30 años trabajando, guardias, fines de semana sin cobrarlos, jornadas de 12:00 a 14:00 con contrato a media jornada y sin cobrar las horas de más”.

“Lo que aguantamos las limpiadoras no tiene nombre, lo de las trampas y los preservativos me ha pasado a mí también”. Otra de sus seguidoras tiene la solución “empecé a valorar mi trabajo y sólo me quedé donde me respetan”.