Cómo entrar en la NASA: “Saber trabajar en equipo y tener mucha suerte”, el astronauta Michael López-Alegría desvela las claves

NoticiasTrabajo entrevista al primer astronauta español que ha viajado con la NASA, para conocer cómo es un día de trabajo en el espacio.

Icíar Carballo

Michael López-Alegría (Madrid, 30 de mayo de 1958), primer astronauta español que viajó por primera vez al espacio en 1995, hace tan solo unos meses que regresó de su última misión ‘Ax-3’, de la mano de Axiom Space, una compañía estadounidense privada en la que ocupa el cargo de Astronauta Jefe. A 400 kilómetros de la Tierra, acompañado de una tripulación europea, llegaron hasta la Estación Espacial Internacional (ISS), donde realizaron investigaciones científicas durante 14 días.

“Nos levantamos a las seis de la mañana y nos acostamos a las diez y media o a las once”, cuenta López-Alegría durante una entrevista presencial con NoticiasTrabajo. El astronauta explica cómo es trabajar durante una expedición en el espacio y el impacto que tiene, la falta de gravedad para la salud, el tiempo que tarda en acostumbrarse a la vida real cuando vuelve a la Tierra o las claves para entrar en la NASA.

NT: ¿Qué requisitos tiene que reunir una persona para llegar a ser astronauta?

ML: La persona que aspire a ser astronauta tiene que tener una formación más bien técnica, pero creo que la cualidad más importante es saber trabajar en equipo, entenderse bien con la gente y tener una cierta simpatía.

En mi época, entrar a la NASA era muy similar a lo que se hace hoy en la Agencia Espacial Europea (ESA): una selección que dura un año, muchas pruebas médicas, entrevistas, pruebas psicológicas y, al final, hay que tener mucha suerte. Ahora, además de eso, tenemos la posibilidad de ir o bien patrocinado por tu empresa, institución de investigación, o de ti mismo, si tienes los medios.

NT: ¿Qué impacto tiene vivir y trabajar en el espacio para la salud física y mental?

ML: La verdad es que vivir en el espacio es muy fácil porque con la falta de gravedad no se ejerce casi nada para moverse de un sitio a otro. Flotar es muy agradable. Sin embargo, el regreso a la tierra, dependiendo del tiempo que estés en el espacio, te puede costar más. Se dice que es un día en Tierra por cada día en el espacio para acostumbrarte cien por cien. 

NT: ¿Cómo es una jornada laboral en el espacio?

ML: En la Estación Espacial Internacional (ISS) tenemos un día laboral un poco parecido al de aquí. Nos levantamos a las seis de la mañana y nos acostamos a las diez y media o a las once. Tenemos una hora de preparación por la mañana, incluyendo desayuno e higiene. Luego hacemos una conferencia con los equipos de Tierra. Un día normal, con ocho o nueve horas de trabajo y con una hora para el almuerzo, y otras dos horas para la cena, relajarse un poco y al día siguiente repetir. Eso se hace cinco días a la semana. El sábado trabajamos medio día, y el domingo lo tenemos libre.

La única diferencia importante es que todos los días, incluidos los fines de semana, hay dos horas y media de ejercicio físico para evitar la pérdida de hueso y masa muscular.

NT: ¿Qué piensa durante los 9 minutos que dura el despegue desde la Tierra hasta el espacio?

ML: Sientes mucha ilusión, mucha emoción. Es una maravilla. Es una cosa que no se puede comparar con ninguna experiencia que hemos tenido aquí en la Tierra. Es una aceleración bestial que no para durante nueve minutos y va a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora. Luego estás flotando en paz y tranquilidad. Es un contraste bastante importante.

NT: ¿Qué destacaría de su trabajo estos últimos años?

ML: Me siento muy afortunado de haber hecho una carrera de 20 años en la NASA. Sin embargo, esta oportunidad llegó y, después de haber promocionado los vuelos tripulados privados tras dejar la NASA, poder participar en el primero, me ha tocado la lotería.

NT: Además, ostenta algunos récords en la NASA, ¿no? 

ML: Sí. Tengo el récord de actividades extravehiculares (EVA) o paseos espaciales (10) y de tiempo acumulado en el exterior (67 horas y 40 minutos). No sé si me tocaría hacer otro paseo espacial… En ese caso, será difícil, pero no imposible.

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