El gerente de una gasolinera cuenta cómo es su trabajo en un área de servicio recibiendo a 3.000 y 4.000 personas cada día, dedicando 50 horas a la semana pero manteniendo sus dos días libres por semana tanto para él como para sus empleados. Cuando empezó como asistente solo cobraba unos 1.400 euros aproximadamente y ahora su salario está entre los 3.200 y los 4.200 euros brutos al mes.
Christian Bergamo, de 50 años, comenzó su carrera como chef para después obtener un BTS (Diploma Nacional Superior) en hostelería y restauración, que le hizo aprender el trabajo de gestión desde muy joven. Después, un programa de estudio y trabajo en una gasolinera de autopista cerca de Lyon le ayudó para ser contratado en 1998 como asistente ejecutivo al terminar sus estudios.
Tras alcanzar este puesto muy joven siguió ascendiendo profesionalmente durante 17 años, antes de regresar a su región natal, cerca de Carcasona, donde logró convertirse en gerente de una gasolinera en Dyneff, una empresa especializada en gasolineras y estaciones de servicio, en 2014. Ahora dirige el área de servicio Arzens Sud de Carcassonne, en la A61, entre Narbona y Toulouse, donde paran turistas cada día sin saber que están entrando en un pequeño negocio bien organizado.
Tras los surtidores de gasolina, el KFC y el parque infantil se esconde una organización meticulosa, gestionada por Christian, que tiene claro el motivo por el que le encanta su trabajo: "Lo que me gusta es la diversidad: cada día es diferente ".
Recibe entre 3.000 y 4.000 personas cada día
Su estación de servicio no es una simple parada rápida para camioneros, es mucho más. "Hemos duplicado el tamaño en los últimos dos años", cuenta Christian. Hoy ocupa casi 500 metros cuadrados de edificios, más espacios al aire libre, con un Proxy, un KFC, una cafetería italiana Stratto, un Manhattan Hot Dog, un parque infantil, puntos de carga eléctrica y, cómo no, la gasolinera. Christian está al mando de todo: desde los suministros y la higiene, hasta la seguridad alimentaria y del combustible. También organiza al equipo, impulsa ventas y lleva el control cuando hay muchos clientes.
"Ahora mismo, recibimos entre 3.000 y 4.000 personas al día", explica. "Y hasta 6.000 en verano, durante los fines de semana de esquí de fondo". La cercanía de Lourdes atrae además a peregrinos italianos y españoles, lo que multiplica el flujo de turistas. Para sostener el ritmo, coordina a unas treinta personas en temporada baja y hasta cincuenta en verano. "Reclutar y formar a los trabajadores temporales representa una parte importante del trabajo. Me aseguro de reunirme con cada candidato", insiste.
Trabaja 50 horas a la semana
Christian asegura que "se puede hacer carrera en la autopista". Y no es para menos, ya que lleva casi 30 años en el sector, en el que ha gestionado dos estaciones y ahora, además, forma a los futuros directores del grupo. "Casi todos mis supervisores empezaron como empleados. Es un verdadero orgullo", recalca. La profesión, añade, está abierta a gente con experiencia en restauración y comercio. "Lo principal es disfrutar del contacto humano, el ritmo rápido y la versatilidad".
"Trabajo unas 50 horas a la semana, pero me impongo dos días libres y me aseguro de que mis asistentes hagan lo mismo", explica sobre su ritmo de trabajo.
Ahora cobra entre 3.200 y 4.200 euros al mes
Cuando empezó como asistente ejecutivo, cobraba un poco más que el salario mínimo: unos 6.300 francos de la época (equivalente a unos 1.471 euros netos actuales). Hoy, un jefe de estación gana entre 3.200 y 4.200 euros brutos al mes, lo que se traduce en 2.400 a 3.150 euros netos, según el tamaño del centro y la plantilla. A esto se le suma una parte variable de alrededor del 10% vinculada a los objetivos. Eso sí, Christian aclara un mito: "Contrariamente a la creencia popular, no tenemos ninguna ventaja en el peaje: pagamos el precio completo. Por otro lado, tenemos una tarjeta de combustible con tarifas preferenciales para ciertos volúmenes".

