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Carmen, doula: “Somos complementarias a las matronas, nunca vamos a sustituir a ningún profesional sanitario. Lo bueno de esta formación es que sales directamente a trabajar”

La necesidad de muchas madres de sentirse acompañadas y escuchadas ha propiciado la aparición de este nuevo perfil profesional en la maternidad.

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Carmen, doula |NoticiasTrabajo
Icíar Carballo
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En España, cada vez más mujeres buscan apoyo emocional durante el embarazo y el posparto, un periodo marcado por la vulnerabilidad y, en muchos casos, por la soledad. Aquí es donde cobra sentido la figura de la doula, una acompañante no sanitaria dedicada a escuchar sin juicios y a ofrecer apoyo emocional, que se consolida como respuesta a la creciente demanda de compañía y cuidado en esta etapa.

Sin embargo, a diferencia de la matrona, la doula no interviene en los aspectos clínicos del parto ni la maternidad, sino que su labor se centra en el apoyo psicológico y la presencia constante, ayudando a que las mujeres tomen sus propias decisiones sin presiones. “Somos complementarias, nunca vamos a sustituir a ningún profesional sanitario”, explica Carmen López, doula en formación, durante una entrevista para NoticiasTrabajo.

Por qué cada vez más mujeres necesitan esta figura

El surgimiento de las doulas responde a una necesidad de acompañamiento de la mujer. “Es un momento clave en el que la mujer necesita ser escuchada”, subraya la futura doula, quien recalca que no se trata de dar consejos desde la experiencia personal, sino “de respetar lo que la madre necesita y siente en cada momento”.

Diferencias de contar con una doula

Una de las principales diferencias entre contar con una doula y recibir apoyo únicamente del entorno familiar, reside en la “neutralidad”. Mientras que las madres, las parejas o las amistades suelen acompañar a la mujer desde el cariño, lo hacen también desde sus propias vivencias y creencias, lo que puede derivar en recomendaciones o juicios no siempre alineados con las necesidades reales de la madre.

“Quienes acompañan desde el entorno lo hacen con cariño, pero a menudo desde su propia visión. Por ejemplo, pueden pensar que hay que abrigar al bebé aunque la madre no lo vea necesario”.

En cambio, la doula se sitúa en un plano distinto. Su presencia está orientada a escuchar sin imponer y a apoyar sin intervenir en las decisiones cotidianas de la madre, ayudando a disipar el ruido mental y permitiendo que la mujer escuche su propio criterio y necesidades sin presiones.

Cómo formarse como doula

Aunque en algunos países de América la doula es una profesión reglada, actualmente, en España no existe una regulación oficial. Sin embargo, para ejercer como doula, existen cursos y formaciones específicas que incluyen prácticas con familias y el establecimiento de redes de apoyo con asociaciones vinculadas a la maternidad y la lactancia. 

“Lo bueno de esta formación es que sales directamente a trabajar”, destaca Carmen, aunque este puede variar en función de las necesidades de cada familia. Puede implicar la elaboración de planes de parto, la presencia durante el proceso de nacimiento o el acompañamiento en los primeros días de la maternidad, atendiendo tanto a la madre como a su entorno más cercano.

“Uno de los pilares de nuestra formación es el autocuidado. Para poder cuidar a una madre, primero tengo que saber cuidarme a mí misma y estar bien emocionalmente”.

En cuanto a la compensación económica, según explica Carmen, “suele gestionarse de manera autónoma”, sin un marco laboral definido, lo que refleja la falta de regulación y el carácter todavía emergente de esta profesión.

Presencia de las doulas durante el parto, a debate

La entrada de las doulas en el parto es motivo de debate, especialmente tras la pandemia, cuando muchas comunidades autónomas limitaron el número de acompañantes durante el parto. Carmen asegura que en lugares como Mallorca se permite la presencia de varias personas, mientras que en otras, como Almería, las mujeres deben elegir entre su pareja o la doula. 

“Ese debate hay que abrirlo para dar visibilidad a la doula y que la mujer pueda decidir a quién necesita realmente a su lado”, apunta reivindicando “un acompañamiento más humano y adaptado a las necesidades reales de la maternidad”.

Así, las doulas reclaman mayor reconocimiento y una regulación clara que permita definir su función dentro del entramado de cuidados a la maternidad, evitando confusiones y garantizando la seguridad de las mujeres, ya que su presencia evidencia la transformación de los modelos de apoyo en la sociedad actual y la necesidad de respuestas adaptadas a las demandas emocionales de la maternidad.

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