El chef Alberto Chicote (56 años) se ha hecho un hueco en la pequeña pantalla donde conduce varios programas de éxito, todos ellos enfocados al mundo de la cocina. Pocas personas en España no han visto algún capítulo de ‘Pesadilla en la cocina’ o más recientemente ‘Batalla de restaurantes’ donde el madrileño es el encargado de valorar la calidad de la comida de distintos locales.
Aunque recientemente ha sido noticia por el cierre de su famoso restaurante ‘PuertalSol’ que estaba en la Puerta del Sol de Madrid el cocinero sigue dando que hablar por sus entrevistas en las que se muestra tal como es. Un ejemplo de ello es la que ha concedido al canal de Youtube ‘Tengo un plan’ que cuenta con miles de suscriptores y donde ha hablado de ‘13 duras verdades sobre la vida, la muerte y tener éxito’. En este espacio recorre sus inicios, explica cómo se decidió a entrar en el mundo culinario con 17 años pero también se centra en una de las etapas más duras de su vida.
Y es que Chicote estuvo viviendo en Suiza durante dos años. Una salida profesional que recomiendan en redes sociales muchos creadores de contenido. No sólo por la calidad de vida, sino por los salarios o la facilidad para conseguir empleo. Sin embargo, para el cocinero fue una pesadilla. “Sufrí una depresión severa y estuve dos años pensando que podía morir en cualquier momento”.
Con 17 años empezó sus estudios de cocina
Con sólo 17 años, Alberto Chicote supo que quería pasar la vida entre fogones, en la cocina. Comenzó a estudiar para dedicarse profesionalmente a ello a pesar de que no contaba con el visto bueno de su padre, como explicó a los entrevistadores. “Cuando dije en casa que quería ser cocinero, mi padre se llevó un disgusto y mi madre nunca lo ha sabido”.
Una postura que es completamente distinta a la que tienen ahora. Están orgullosos de todo lo que ha conseguido. “Han logrado que sea el tipo de persona que ellos querían que fuese, y eso cuando se ponen las cosas en orden, hace que te sientas bien”, recuerda.
Explica que el secreto de su éxito no lo tiene su trabajo, sino las personas que han estado a su lado apoyándole. “Podrán pensar que soy exitoso porque tengo un restaurante o porque empecé en la televisión a los 42 años y todavía sigo ahí. Mis padres, mi hermano y mis amigos siguen aquí, y eso es el éxito”.
“Me fui a trabajar a Suiza porque quería ver mundo”
En 1991 Chicote decidió comenzar una vida laboral en Suiza, y se marchó sólo. Cuando llegó allí empezó a darse cuenta de que las cosas podían no ser como se las habían pintado, o él pensaba que serían. “Me entró una depresión, lo pasé mal durante dos años”. Aunque consiguió empleo en lo que le gustaba y conoció gente, se sentía mal y tardó dos años en superarlo, viviendo en una residencia de ancianos. “Era un cuarto que había en lo alto de esa residencia, porque no podían dárselo a ninguno de los residentes ya que no podían subir las escaleras”.
“Pensaba que me moría, tenía el convencimiento absoluto de que si un día me dolía la cabeza era porque tenía un tumor, pasar tanto convenciéndote de que hoy es tu último día es terrible y no se lo deseo a nadie Esa etapa fue un punto de inflexión importante en mi vida”.
A pesar de que en Suiza intentó pedir ayuda médica, fue en España donde la recibió junto con el apoyo de sus familiares y amigos. “Nunca he sabido bien por qué me pasó eso, y aunque intenté superarla yo sólo fue imposible”.
“Estoy seguro de que cuando muera, nadie podrá decir que no me esforcé por hacer lo que quería”
Alberto Chicote tiene claro que en estos momentos, los reconocimientos que más valora son los de su familia. Pero también que “estoy seguro de que cuando muera, nadie podrá decir que no me esforcé por hacer lo que quería”.
“Me esfuerzo mucho para que sea así, pero no por lo que puedan decir los demás, sino porque no quiero vivir así. Quiero saber que he construido algo que antes no estaba todo aquello, tanto pequeño como grande, que he logrado hacer”.
El cocinero señala su secreto para saber cómo perdurar en una cuarta generación, cuando ya no se esté. “No digo que convertirte en genio sea el único camino pero yo soy amante de la profesionalidad, de dedicarle tiempo y esfuerzo a lo que hayas decidido. Con 17 años decidí que cocinar era mi camino profesional, aunque tenía dudas. Pero pensé que, en caso de que no saliera bien, podría dedicarme a otra cosa”.

