‘Lola Boxing’ es el nombre que ha adoptado Lola Martínez desde que fundó su propio Club de Boxeo hace más de 7 años, y por el que le conoce todo el mundo. Mujer, licenciada en Psicología, apasionada por las dieciséis cuerdas desde pequeña y primera preparadora nacional de boxeo, hoy es un gran referente para muchas mujeres y niñas.
Nació en el barrio almeriense de la Colonia Los Ángeles, donde en los años 80 el deporte se instaló como forma de vida para muchos jóvenes. Desde temprana edad, Lola siempre sintió curiosidad por el boxeo, pero en aquel entonces, como ella misma relata a NoticiasTrabajo, “era poco común ver mujeres practicando este deporte”. Sin embargo, cuenta que, un día, tuvo el coraje de decirse a sí misma que lo iba a lograr. Y así fue.
Hoy en día, Lola es preparadora tanto de hombres como de mujeres, y con el paso de los años, ha entrenado en diferentes ciudades, ha vivido múltiples experiencias que le han hecho aprender y, bajo su marca, ha participado en campeonatos de clubes de boxeo y en los campeonatos absolutos de España con alumnos federados. Además, pudo coincidir en numerosas ocasiones con su gran referente, Manuel Santacruz ‘Palenke’, el entrenador con más años en activo de la Federación Española de Boxeo, a quien recuerda con cariño: “siempre me dijo que los mejores boxeadores que ha tenido, han sido de Almería”.
El boxeo, ¿un deporte de hombres?
En un deporte predominantemente masculino, como es el boxeo, Lola cuenta que, en su caso, no fue fácil ingresar en este mundo pasando desapercibida, “y si además tienes una edad, todo va en tu contra y te encasillan como si lo hicieras para mantenerte en forma”, pero asegura que, a pesar de ello, ha tenido la ocasión de incomodar a algún compañero, porque “les incomoda que una mujer como yo pueda tener un boxeador muy bueno”.
En el Día Internacional de la Mujer, Lola echa la vista atrás, y muestra su orgullo por haber contribuido con su trabajo al cambio de percepción del talento femenino en el mundo del boxeo: “porque este deporte no es solo de hombres”. Incapaz de admitir que ha roto barreras o que es pionera en uno de los ámbitos de este deporte, recalca que solo “el trabajo, trabajo y más trabajo” le ha hecho llegar a donde está ahora, y solo sueña con el día en el que abra la puerta de su club y vea muchísimas mujeres entrando: “me encantaría”.
Los comentarios: la peor parte de ser mujer boxeadora
Todavía queda mucho camino por recorrer, porque recuerda un día, donde después de 4 horas y media de viaje que tuvo que hacer para asistir a unos campeonatos con sus alumnos, pasa algo inesperado. Cuando va a entrar al lugar del evento, le bloquean el paso. “Les digo que soy la entrenadora, pero cuando avanzo y les dejo atrás, escucho “es que esa palabra te viene gorda”.
También, destaca otro caso que tuvo que hacer frente hace tan solo algunos días, esta vez, a través de las redes sociales, donde recibió un desafortunado comentario en una foto de su perfil de Instagram: “A ver si dejas ya en paz este deporte que es de hombres”.
Sin embargo, Lola asegura que, a pesar de que “lo peor de todo es aguantar comentarios o actitudes subliminales, que van con algún tipo de intención, como una pequeña sonrisa o alguna ironía que he recibido como: “Ah ¿tú vas a entrenar?”, a mí me hace más fuerte”. Cuenta que, después de muchos años, ha conseguido ganarse el respeto a base de un continuo desgaste.
“La mujer necesita quitarse los miedos”
Lola lo tiene claro: “el miedo paraliza y no nos deja avanzar”. Ese es el mensaje que quiere lanzar a todas aquellas mujeres y niñas tal día como hoy. “Podemos llegar a donde nosotras queramos”, asegura basándose en su propia experiencia, donde ha descubierto que el boxeo es capaz de empoderar a la mujer.
Así, Lola termina su historia, mostrando dónde está porque un día decidió dejar atrás el miedo.
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