Cuando estamos buscando trabajo siempre solemos mirar qué podemos hacer para aumentar nuestras posibilidades de ser contratados. Y, a poder ser, hacerlo en tiempo récord para estar lo mínimo posible en situación de desempleo. Si es tu caso, o bien estás interesado en optimizar tu perfil profesional, deberías saber que es igual de importante conocer qué cosas no se pueden poner en un currículum.
Ser cuidadosos con la confección del CV es vital para superar la primera criba de los empleadores, donde revisan cientos de curriculums, y pasar a la esperada entrevista de trabajo. De hecho, hay que tener en cuenta que las empresas no disponen de mucho tiempo para leer la información de los candidatos, así que hay que aprovechar bien el escaso minuto, en la mejor de las suertes, que suelen tomarse por lo general para revisar nuestro perfil.
Cosas que no debes incluir en tu CV
Si quieres destacar entre los demás candidatos, presentar el mejor currículum debe de ser tu primer objetivo. Para ello, debes apuntar los siguientes elementos que no deberías incluir en tu CV.
Asuntos personales
En la actualidad no es necesario poner el estado civil, las creencias religiosas o la composición familiar, tratándose de información íntima personal. Aprovecha ese espacio para datos más relevantes.
Errores de ortografía
Si estás interesado en un puesto de trabajo, deberías haberte tomado la molestia de revisar al menos tu CV. En este sentido, contar con faltas de ortografía da muestras de lo contrario, pudiendo dar una mala imagen a los reclutadores.
Más de una hoja
Si cuentas con gran experiencia profesional, puede que te resulte difícil, pero la extensión de tu CV no debería ocupar más de una página, dos a lo sumo si los trabajos son de vital importancia. De no seguir este consejo, podrían descarte directamente por falta de tiempo.
Hobbies
En el currículum una empresa no se va a fijar en qué te gusta emplear tu tiempo libre, por lo que deberías centrarte en resaltar tus logros y experiencias profesionales. En caso de que le resulte de interés, es más común que lo pregunten en la entrevista.
Prácticas profesionales
Solo se pueden incluir las prácticas si estás estudiando o, por edad u otras circunstancias, no dispones de más experiencia profesional o esta es limitada. En caso de que las hayas cursado en empresas reconocidas, también podrías ponerlas siempre que tengas espacio.
Experiencias de trabajo irrelevantes
En línea con lo anterior, no es aconsejable incluir experiencias que no tienen nada que ver con el puesto de trabajo que vas a solicitar. La intención es demostrar por qué eres bueno para su empleo, teniendo que centrarte en eso.
Un objetivo
Antiguamente, se solía poner en el CV que se estaba interesado en formar parte de la empresa, pero este dato resulta irrelevante porque si se envía un currículum se sobrentiende que se quiere trabajar allí.
Dirección postal
Es de interés incluir tu ubicación, para saber por ejemplo si se vive cerca del lugar de trabajo, pero no hay que poner la dirección completa. No hay necesidad de que sepan tu calle y número de vivienda, por ejemplo. También por cuestiones de seguridad.
Demasiado texto
Aunque el CV debe quedar completo, también debe suponer una lectura clara y sencilla. En este aspecto, conviene esquematizar las habilidades y la experiencia laboral resaltando lo más importante.
Logros universitarios
A no ser que hayas sido el primero de tu promoción, no deberías incorporar los logros universitarios, incluso si has obtenido alguna matrícula de honor. Con incluir la titulación y la universidad donde se ha obtenido es suficiente.
Salario
Si bien una de las cuestiones más frecuentes actualmente en las entrevistas de trabajo es preguntar a los candidatos por sus aspiraciones salariales, no hay que adelantarse. Por ello, no se tienen que reflejar en el currículum.
Referencias
Las referencias o recomendaciones pueden sumar puntos en el proceso de selección, pero hay que esperar a que las empresas las pidan o bien expresar la posibilidad de disponer de ellas en la entrevista. El CV debe aprovecharse para otros aspectos más importantes.
Pronombres personales
Componiéndose el currículum de las propias experiencias profesionales, méritos, habilidades y estudios, no es conveniente redactar la información en primera persona o tercera persona.
Demasiados puntos destacados
Los típicos puntos son una gran herramienta para resaltar la información más relevante, además de facilitar la lectura. Sin embargo, no es recomendable abusar de ellos, ya que se perdería el objetivo de destacar los datos fundamentales.
Diferentes números de teléfono
No resulta eficaz presentar distintos números de teléfono. Primero porque las empresas podrían tener duda de saber a cuál de todos llamar y, segundo, porque implica que tengas que estar pendientes de distintas vías telefónicas.
Utilizar el presente para experiencias pasadas
Solo se debe redactar en presente la información del trabajo o actividad que se esté desarrollando en el momento. Las experiencias previas siempre se tienen que escribir en pasado.
Dirección de correo poco profesional
Puede que cuando nos creáramos nuestra primera cuenta de correo electrónico pusiéramos lo primero que se nos vino a la cabeza. Pero no cualquier dirección vale, así que si no resulta profesional, incluyendo hobbies o describiéndonos, conviene cambiarla para no perder profesionalidad.
Palabras obvias
Este consejo se aplica en especial al apartado de “Contacto”. Solemos poner, por ejemplo, “número de teléfono” y seguidamente los dígitos, pero resulta redundante. Si escribes directamente el número, se entiende perfectamente de qué se trata. Lo mismo con el nombre, el correo y demás datos similares.
Incluir encabezados, gráficas o tablas
Visualmente pueden ser todo un acierto, destacando entre los demás aspirantes, pero puede ser un inconveniente si la empresa utiliza sistema de filtrado. Estos programas podrían no entender la información y, por tanto, desechar el CV aunque se sea un buen candidato.
Contacto de la empresa actual
Si bien hay que decir que actualmente se está trabajando, en caso de que sea así, no es necesario incluir información de contacto con la empresa. Si el empleador necesita hablar con algún cargo de tu compañía te informará de ello en la siguiente fase.
Vocabulario de tu empresa
Cada vez es más frecuente que las empresas tengan su propio argot, algo que ayuda a la marca empresarial, pero eso no significa que las demás compañías empleen los mismos términos. Por ese motivo usa aquellos que están reconocidos a nivel general.
Enlace a redes sociales
A no ser de que las redes sociales estén relacionadas con el puesto de trabajo al que aspiras, como puede ser el caso de un community manager, no tienes que incluirlas en tu currículum. Una excepción sería LinkedIn, ya que está enfocada al ámbito laboral y que, de hecho, conviene tener actualizada.
Fechas antiguas
En lo que se refiere a cursos y certificados, no conviene incluir la fecha de realización si son antiguas. El límite aproximado es de 15 años, siendo aconsejable obviar las fechas de aquellos que se efectuaron antes de este plazo.
Tipografías desfasadas
El tipo de letra que empleamos es clave para que la lectura sea entendible y rápida. Al respecto, es recomendable no usar algunas ya desfasadas como “Times New Roman”. También se aconseja la fuente sea sin serif, como es el caso de Arial.
Palabras manidas
Hay palabras que, por circunstancias diferentes, se ponen de moda, sobre todo en lo que se refiere a empleo. Se tiene que evitar utilizarlas, ya que lo más seguro es que los reclutadores estén cansados de leerlas o escucharlas.
Razones para dejar un trabajo
Aunque hay que contar la experiencia laboral, siendo de lo más importante, no se tiene que explicar por qué se decidió dejar un trabajo o los motivos por los que te despidieron. Si al empleador le resulta interesante, te lo preguntará en la entrevista de trabajo, siendo el espacio idóneo para ello.
Selfies
Poner una foto en el currículum no tiene por qué estar mal, pero sí hay que tener cuidado al elegirla. Teniendo que ser profesional, evidentemente no se pueden poner selfies.
Opiniones
A la hora de describirnos solemos tender a la subjetividad. No obstante, hay que evitarla porque los reclutadores si fijan en hechos, así que las opiniones sobran. A partir de las experiencias y demás logros, los empleadores ya podrán hacerse una idea de cómo eres.
Empleos de corta duración
Si estuviste trabajando en algunos puestos laborales por poco tiempo, es mejor no ponerlos en el currículum. Podría dar la impresión de que no fuiste válido en ninguno, pudiendo interferir en las posibilidades de que pases a la siguiente fase.
Expectativas profesionales
Al igual que con las aspiraciones salariales, tampoco es conveniente reflejar en el currículum las expectativas profesionales que se tienen respecto a la empresa o la posición laboral. Esto, una vez más, tocará en la entrevista de trabajo.
Explicaciones genéricas
Si quieres captar el interés de los empleadores, no vale con explicaciones genéricas. Esto es, si por ejemplo has conseguido aumentar las ventas, no lo pongas tal cual. Específica cuándo y de cuánto fue, así podrás demostrarlo.
Usar palabras enrevesadas
Partiendo de la base de que un currículum se tiene que entender, no resulta fructífero el empleo de palabras enrevesadas o que no se usen. Se puede utilizar algún tecnicismo del ámbito laboral si es reconocido en el apartado de habilidades o experiencia, pero por lo general hay que emplear un vocabulario sencillo y entendible.
Edad
Aunque es un dato que se acabará sabiendo, no se tiene que poner en el CV. ¿La razón? Puede ser un obstáculo, tanto por ser demasiado joven como por el caso contrario, ser muy mayor. Por ello hay que dejar que el currículum refleje estrictamente la información referente al trabajo, la edad ya se sabrá en la entrevista donde se tiene la oportunidad de demostrar las capacidades.
Nombres de jefes
Del mismo modo que no se incluye la información de contacto de las empresa, tampoco se deben incorporar el nombre de los jefes que hemos tenido, ni siquiera el actual en caso de que estemos trabajando.
Idiomas no hablados
Saber idiomas, sobre todo en lo que se refiere al dominio del inglés, abre puertas y aumenta las posibilidades de acabar siendo contratado, pero no por ello hay que mentir. En caso de incluir un idioma, debes tener al menos un dominio intermedio.
Habilidades obvias
Las habilidades son un punto a favor, pero siempre que sean un rasgo diferenciador. No se deben incluir capacidades que se sobreentiende que todos tenemos. Por ejemplo, a día de hoy todos sabemos manejar un ordenador, con programas básicos como Word, por lo que no deberían incluirse.
Mentiras
Como ocurre con los idiomas, no se pueden incluir o camuflar mentiras en el currículum. En la práctica, incluso ya en la entrevista, se verá realmente las capacidades que tienes, así que conviene que todo lo que contenga el CV sea verdad. Aunque hay que adaptarlo a las necesidades de la empresas, no hay que exagerarlo.
Intereses políticos
Como ocurría con los datos demasiado personales, no hay que incluir la condición política en el currículum. Podría repercutir en el proceso de selección negativamente, ya que el empleador podría juzgarte por ello.
Utilizar un formato pobre
El formato también es clave. No puede pasarse de moderno, haciéndolo inteligible, pero tampoco demasiado básico. Al final hay que intentar llamar la atención de los reclutador y, en este sentido, todo suma.
No introducir palabras clave
Emplear palabras de moda es un error, pero no hay que obviar los conceptos clave que demandan las empresas. Analizar el mercado laboral es sinónimo de éxito, mejorando nuestro perfil si resaltamos aquellas cualidades o funciones que se están demandando en nuestro ámbito laboral.
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